Estas cruzadas se lucharon con diversos tipos de colectivos que pertenecían a otras religiones, siendo las musulmana, la judía, ortodoxos y mongoles, las principales. Son diversas las teorías que existen acerca de este tipo de enfrentamiento y el porqué de los combates, sin embargo la mayoría de los expertos señalan que sólo obedecían a la creencia religiosa.
La cabecilla de este tipo de conflictos provenían de la iglesia, siendo el papa Gregorio VII el primero que tiene esta responsabilidad, ya que se consideraba unir a todos los países cristianos para luchar contra el islam considerado como un enemigo común. Luego, el papa Urbano II fue el encargado de poner en marcha la primera cruzada.
Aunque este concepto se ha extendido a toda una lucha encabezada en favor de una idea religiosa, en un sentido estricto, se tiene que cruzada responde a una concepción política que tuvo lugar en la Cristiandad del siglo XI al XV, en la que los pueblos se unieron para luchar contra los seguidores de otras religiones y dominar ciertos espacios.
Este tipo de cruzadas, duraron aproximadamente doscientos años, siendo los pueblos más afectados, los que se tenían descendencia musulmán, al igual que todo aquel que se opusiera a las ideas religiosas implantadas por la iglesia y que estuvieran en contra del líder cristiano de turno.
Dado todo esto, se tiene que las cruzadas eran una herramienta usada por la iglesia para recuperar tierra santa, sin embargo, el fondo de todo era satisfacer la hegemonía y tomar el control de los ciudadanos. Dentro de la fuerza ejercida por las cruzadas existía un fuerte fervor religioso y posiblemente, la necesidad de no faltar a los designios del señor, de cumplir con su iglesia.
Los que integraban las cruzadas, eran personas que reciben un adoctrinamiento y donde recibían de manos del Papa de turno, una cruz que los identificaba. Entre todas las cruzadas hechas por estas personas, quizás la más importante es la que se conoce como cruzadas orientales.