En el contexto del derecho, la culpa representa al acto que produce algún daño y que conlleva a una responsabilidad penal o civil. Un delito culposo, es la omisión de un hecho que trae consecuencias legales, la persona culpable debió haber previsto las consecuencias del hecho, sin embargo, no procedió con el cuidado que debía. Es importante resaltar que la culpa es muy diferente al dolo (voluntad de cometer un delito, sabiendo el daño que puede originar). Para poder captar mejor la diferencia se coloca este ejemplo: Cuando una persona tiene un arma y la acciona en contra de otra, sabiendo que la podía herir estamos en presencia de un dolo; ahora bien, si un individuo está limpiando su arma y sin querer se le dispara y llega a herir a alguien, en este caso sería culpa.
Jurídicamente para que exista culpa, deben estar presente los siguientes elementos: Conducta, la conducta puede ser activa o por omisión, y para que se constituya debe existir un comportamiento voluntario por parte de la persona. Nexo Causal, este se determina como el vínculo presente entre la acción que origina el daño y el daño en particular. Daño típico, es el agravio a un interés que se encuentra legalmente cuidado. Falta de previsión, es indispensable que la acción pretendida sea el resultado de una conducta voluntaria.
La culpa puede ser consciente e inconsciente, cuando es de forma consciente, las consecuencias de la acción fueron previstas, más no deseadas por la persona. Cuando la culpa es de manera inconsciente, en esta ocasión las consecuencias no fueron previstas y mucho menos queridas por la persona.