Muchas veces cuando se habla de un decreto, hace referencia a un acto administrativo dirigido por el Poder Ejecutivo, con asunto normativo reglamentario y jerarquía menor a las leyes. Existen tipos de decretos como el decreto real que es aquel que se aprueba por parte del Consejo de Ministros y es firmado por el rey de esa nación. Por otro lado está el decreto ley que es la determinación tomada por el gobierno en ciertas circunstancias u ocasiones.
En la antigüedad surgió el llamado «decreto de abono» que se remitía a los tesoreros con el fin de que se admitiese en data en sus cuentas las partidas satisfechas según órdenes del rey. Seguidamente, cuando se habla del «Decreto de Graciano», que es escrito con mayúscula inicial, además conocido por el nombre de «Concordancia de las Discordancias de los Cánones» o «Armonía de los Cánones Discordantes», se hace alusión al escrito o libro del Derecho canónico que recopilo el monje jurista camaldulense y profesor de Teología de Bolonia, Graciano o Franciscus Gracianus.