Para el cristianismo, el diezmo se remonta a los tiempos bíblicos; el pago de del diezmo según la biblia se origina en los tiempos del patriarca Abraham, quien realizaba esta contribución al sacerdote Melquisedec en señal de gratitud. Con el paso del tiempo, el diezmo se emitió para todos los sacerdotes, e inclusive fue establecido como una ley.
Según los registros bíblicos, quienes debían pagar el diezmo eran los dueños de tierras, quienes daban una parte de los beneficios obtenidos por la actividad que desempeñaban. Lo que quiere decir, que los campesinos y jornaleros no estaban obligados a diezmar.
Actualmente el diezmo, es algo opcional dentro de la religión; sin embargo existen algunas religiones como la evangélica, que se encuentran a favor del pago del diezmo por parte de sus fieles, ya que para ellos es muy importante que sus seguidores compartan una parte de sus ingresos, para colaborar con la iglesia. De esta manera se cumple con Dios, ayudando a difundir su palabra por todo el mundo.
El pago del diezmo en algunas iglesias ha sido objeto de muchos debates, ya que para algunos, este pago no debería ser obligado, más bien cada quien debe aportar lo que pueda; ya que estos pagos representan una práctica sospechosa, que solo sirve de fomento para el enriquecimiento de algunos dirigentes religiosos.
Para la religión judía este pago no es obligatorio y para la iglesia católica, solo se promueve la ofrenda voluntaria. Y como se dijo anteriormente, el pago del diezmo no se exige de manera oficial en la actualidad, solo se realiza en ciertas iglesias cristianas evangélicas como una tradición.
De todas maneras, muchas de las personas que asisten a las iglesias continúan colaborando ya sea a través de las limosnas o donaciones. Para los que están a favor de estas prácticas, les resulta razonable realizar estos pagos, ya que las iglesias para poder mantener sus actividades y oficios deben contar con la ayuda económica de sus fieles.