La disentería es una enfermedad que azota al intestino y que se caracteriza por una inflamación constante del mismo, especialmente en la zona del colon. Esta produce, de igual forma, una diarrea, que se acompaña de heces y mocos. Si no es tratada a tiempo, puede que la disentería cause la muerte. Es causada por infecciones bacterianas, infestación de parásitos o irritantes químicos; entre las especies de bacterias más comunes que pueden causarla, se encuentra la Shigella, además de la Entamoeba hystolitica. Es por estas dos que, anteriormente, la enfermedad se propagaba con más facilidad en los barcos e, incluso en tierra firme, trayendo consigo más muertes que las contabilizadas por las guerras.
Se trata de una enfermedad que ha sido estudiada desde los tiempos antiguos, en textos que van desde el oriente hasta el occidente, conociéndose bajo el nombre de “flujo del vientre”. En Europa solían calmar los síntomas con yemas de huevo, mientras que en América, a la llegada de Pedro Mártir, con la ipecacuana, un planta originaria de Mesoamérica, Brasil y Colombia. Hasta el momento, se han podido determinar dos tipos de disentería, según su causa: la disentería de origen bacteriano, causada por especímenes como la E. coli enteroinvasiva y Yersinia enterocolitica; la disentería de origen parasitario, causada por especies como la Balantidium coli.