La palabra ecuánime se usa como un adjetivo calificado para designar a aquellas personas que están equilibradas y que mantienen una posición intermedia entre dos polos, que no comprenden las diferencias como excluyentes, pero que siempre se manejan tratando de encontrar cosas positivas en ambos lados, para formar una unión equilibrada o combinación entre ellos. También se puede decir que algo o un fenómeno es ecuánime siempre que se respete esta idea que busca equilibrio y armonía.
Una persona ecuánime se caracteriza por mantener la serenidad ante las diversas reacciones que pueden ocurrir en varios momentos de su vida, es decir, presenta un carácter estable tanto para las adversidades como para los momentos felices. La persona igual debe desarrollar o presentar otras características tales como tolerancia, paciencia, comprensión, serenidad, entre otras, para poder lograr esta característica.
Sin embargo, la ecuanimidad es un rasgo positivo del ser humano y, en consecuencia, de su serenidad, paz interior y equilibrio, el ser humano posee una mejor comprensión y visión de todas las situaciones que surgen en el curso de su vida, ya que de esta manera puede proporcionar la mejor forma de resolución de conflictos.
El término ecuánime puede usarse como sinónimo de imparcialidad, equitativo, neutral, razonable, características fundamentales que debe presentar la persona que imparte justicia, conocida como juez, para sopesar prudentemente y dictar un juicio justo e imparcial. La equidad es la disposición para reconocer el derecho de igualdad de cada parte y para distribuir justicia objetiva, es decir, para darles a cada uno suyo.
En la actualidad, existen diversas disciplinas físicas y mentales como filosofías que ayudan al ser humano a lograr la ecuanimidad, por ejemplo: yoga, budismo, etc., ya que es muy difícil hoy, poseer esta característica porque el ser humano vive en constante estrés producido por los problemas económicos y sociales que vive el mundo, los agitados días que vive el ser humano, entre las preocupaciones o problemas que el individuo puede vivir.
Todo esto sin olvidar también que cualquier persona que sea ecuánime tendrá la capacidad de no juzgar imprudentemente a nadie, que tendrá una libertad que le brindará nuevas situaciones y también evitará ser controlado por algo o por alguien.
El derecho, por otro lado, constituye el orden normativo que regula el comportamiento de los seres humanos en la sociedad y que se basa en lo que está de acuerdo con las reglas. La ley apela a la ecuanimidad y la justicia para resolver los conflictos sociales.
En un juez justo es aquel que castiga a los culpables para reparar el daño que causaron a una víctima mientras absolvió a los inocentes. Este tipo de fallas nos permiten afirmar que «se hizo justicia» en el caso (es decir, la justicia se hizo cumplir por ley).
Un periodista imparcial, por ejemplo, es el comunicador que, al escribir un artículo o producir un informe, consulta con diferentes fuentes y convierte su trabajo en opiniones diferentes. De esta forma, se garantiza la equidad mediante la inclusión de puntos de vista divergentes, ya que la información no se centra en una sola versión de los hechos en cuestión.