Dentro de las principales características que debe tener un educador es saber transmitir el mensaje a sus alumnos, calificarse como un buen maestro o educador para sus alumnos tienen que entender lo que se dice, que captan la idea de lo que se les menciona y que ese conocimiento durará dentro de ellos.
Un educador no solo transmite conocimientos específicos sobre un tema específico sino que también transmite valores a través de su ejemplo. Esta es la diferencia entre un maestro y un educador.
Un educador motiva a sus alumnos a través del refuerzo externo, valora su esfuerzo, confía en su capacidad y busca los medios más adecuados para el propósito más importante: educar desde el humanismo que practica la filosofía positiva de la fe profunda en las personas.
Los educadores que trabajan en la escuela o en el instituto mantienen un contacto frecuente con los padres de los estudiantes a través de reuniones y tutoriales, con el objetivo de fortalecer el trabajo en equipo entre maestros y padres. Este trabajo es esencial ya que el hogar y la escuela son dos de las áreas más importantes en la vida del estudiante.
Por lo tanto, ser un educador no se manifiesta en el aula sino a diario, por eso es importante que los educadores sean personas con buenos valores humanos para ser el modelo ideal de una sociedad; Otra función de un educador es motivar a sus alumnos para que alcancen los objetivos que ellos mismos determinen, de esta forma los padres también serán educadores del hogar ya que son ellos quienes moldean a sus propios hijos de acuerdo con lo que ellos consideran bueno o malo.
Los padres también realizan un excelente trabajo como educadores de sus hijos. Una tarea para la cual no hay un libro de instrucciones. El establecimiento de normas, la aplicación de castigos pedagógicos y el mantenimiento de la autoridad son pilares esenciales en el papel del educador que cualquier padre tiene.