El esqueleto humano está divido en tres partes que son cabeza: formado por los huesos del cráneo y de la cara; tronco: compuesto por huesos esternón, costillas y columna vertebral y extremidades: formadas por la clavícula, omoplato, húmero, cúbito, radio, metacarpo, carpo, falange, pelvis, fémur, rótula, peroné, tibia, tarso, metatarso y falanges. El esqueleto humano se encuentra formado por 206 huesos y cada uno tiene su nombre y función, concentrados en su mayoría en las extremidades.
La extremidades superiores tiene 64 huesos y las extremidades inferiores 62 huesos, la cabeza se forma con 28 huesos y el tronco lo componen 62 huesos, siendo los principales el cráneo que protege el cerebro, el fémur para proteger las piernas, las costillas que protegen los pulmones y el corazón, la columna vertebral nos permite mantener nuestro cuerpo erguido. También están los huesos más pequeños como lo son el yunque, el martillo y el estribo y están ubicados en el oído. Todos este conjunto de huesos que dan forma al esqueleto participan en la formación de la sangre, en la reserva de minerales y en la reserva de energía