Se les denomina trato o contrato a la explícita expresión de la voluntad de dos o más personas sobre un asunto que les concierne, debido a que puede afectar la constitución de su patrimonio o, bien, afectar de forma importante su dinámica de vida Una vez llegados al acuerdo, se procede a redactar un documento, teniendo en cuenta las bases legales del asunto, en el que ambos puedan conocer los derechos de los que disponen o no, además de fungir como una herramienta a la cual recurrir en caso de que una de las partes incumpla con el contrato.
Los contratos también pueden ser verbales, como se mencionó anteriormente. Estos, después de haber llegado a un acuerdo, no son llevados a un papel. Esto es válido; sin embargo, si la ley exige la redacción de un documento, el recurso no puede ser empleado. En caso de desacuerdo, puede conllevar a conflictos aún más complejos, pero con la presencia de testigos durante su realización, puede ser subsanada las inquietudes.