No existen reglas planteadas para las estratagemas, ya que ellas pueden modificarse dependiendo de la situación, de los hechos y las oportunidades que se presenten, así como de la inteligencia de quien las conciba.
En la antigua Grecia, a los generales se les llamaba strategos, ya que ellos eran los responsables de los cuerpos militares y por ende, debían planificar las acciones de guerra con la mayor eficiencia posible.
Ciertos eruditos de la historia y conocedores de los términos militares, estiman que la estratagema es la habilidad para emplear la fuerza. Y en donde se deben tener presente diversos elementos: el número de hombres existentes en los bandos enfrentados, las armas disponibles, el campo de batalla, preparar la retaguardia y el frente, el abastecimiento de alimentos, etc. en fin, todos aquellos elementos que participan de forma directa o indirecta en un conflicto bélico.
Si bien es cierto que este término es muy común en el contexto militar, también se puede observar la aplicación de esta palabra en el ámbito político y empresarial. En la política, cada partido tiene sus propias estratagemas ya sea para alcanzar la victoria, o para debilitar al adversario. Lo mismo sucede en el mundo empresarial, en donde cada empresa debe competir con otras, para esto necesita evaluar sus fortalezas y debilidades.
Una de las estratagemas más célebres de la literatura griega, fue la del caballo de Troya. La historia narra cómo los griegos engañaron astutamente a los troyanos, al obsequiarles un inmenso caballo de madera, el cual fue aceptado por los troyanos como símbolo de su victoria. sin embargo, dentro del mismo se encontraban escondidos los guerreros griegos. Al caer la noche, estos guerreros salieron del caballo y abrieron las puertas de Troya, lo que significó la derrota de ella.