Esta atrofia es un problema que tiene más repercusiones desde un punto de vista estético que de salud para aquellos que se ven afectado, siendo mucho más comunes en las mujeres que en los hombres, sobre todo durante la etapa de la adolescencia. Sin duda alguna la piel es un tejido que consta de cierta elasticidad, lo que permite que la misma se adapte a los cambios en el volumen corporal, sin embargo, si dichos cambios son demasiado bruscos o desproporcionados, es muy posible que sea de paso a la aparición de las estrías debido a la rotura de sus fibras.
Las estrías se pueden clasificar en dos tipos:
- En primer lugar, están las Estrías de distensión, las cuales se pueden observan en mujeres embarazadas, en personas obesas que han perdido peso de una forma rápida y en patologías como por ejemplo el síndrome nefrítico y la ascitis.
- En segundo puesto están las estrías purpúreas, llamadas así ya que presentan un color violeta o rojos oscuros que son un signo característico del Síndrome de Cushing debido a la producción excesiva de cortisol.
Según los expertos la principal razón que da paso a la formación de estrías es la pérdida y el aumento de peso, en cuyos casos se suelen presentar en las axilas, mamas, brazos, abdomen, caderas y piernas. Por su parte aquellos individuos que presentan trastornos nutricionales o las mujeres con celulitis tienen mayores posibilidades de desarrollarlas.