Al adaptar el término evidencia a la vida cotidiana nos encontramos con un uso un poco más versátil. Su etimología nos dice que proviene del latín “Evidentia” que quiere decir “Claro, descubierto”. La evidencia es un conocimiento, quien “Queda en evidencia” demuestra su verdadera intención porque muestra a los interesados lo que tenía oculto. Evidenciar algo es una forma de demostrar, de hacer valer con hechos, testimonios o pruebas verdaderas lo que se está diciendo.
Un objeto evidente es aquel que no se puede ocultar, no se puede negar su existencia, la sintaxis cerebral de la persona reconoce su presencia, lo evalúa y determina que es y para qué sirve. Como un elemento crucial en una investigación, las evidencias son tomadas con gran relevancia porque con ellas se puede determinar el resultado de una investigación.