El examen oral no es más que el desarrollo de un diálogo abierto entre el docente y el alumno que se está evaluando, este se basa en la realización de numerosas preguntas por parte del profesor al alumno referentes al tema que se encuentra en evaluación, la responsabilidad del alumno es responder esas diferentes interrogantes con confianza y coherencia para demostrar que posee conocimientos sobre el tema que se encuentra en discusión; esta evaluación va a ser calificada de acuerdo a la respuesta dada por el alumno: si tiene correlación con la pregunta ejecutada y si fue completa o concisa, de acuerdo a la puntuación obtenida con su respuesta se indica si el estudiante cumplio con todos los objetivos de la prueba planteada.
Los exámenes orales poseen gran variación con respecto al examen escrito desde el instrumento empleado hasta la preparación que realiza el docente en la evaluación. El tiempo dedicado para construir el examen es menor sin embargo el docente tardará más en ejecutar la prueba ya que tiene que preguntar directamente a cada alumno, en el examen escrito pasa totalmente lo contrario el docente tarda más construyendo el instrumento evaluativo que aplicando el examen; asi como tambien es diferente la manera en la que el alumno puede tergiversar sus respuestas ya que el docente hará preguntas dependiendo de las respuestas previas que de el estudiante, mientras que en el examen escrito el estudiante plasma una idea inmodificable porque está respondiendo un cuestionario predeterminado. Otra variante entre ambas pruebas es la actitud del alumno indudablemente algunos se muestran más tímidos y temerosos en una prueba oral que en una prueba escrita.