En la mayoría de las jurisdicciones una exhumación legal por lo general requiere una orden judicial o permiso por parte de los familiares del fallecido. También en muchos países los permisos son requeridos por alguna agencia gobernante como la junta de salud para realizar legalmente un desinterés, es decir, demostrar a través de un acuerdo firmado que se tiene conocimiento de la exhumación del cuerpo.
La exhumación de restos humanos se produce por una serie de razones no relacionadas con el lugar del entierro, incluida la identificación del fallecido o como parte de una investigación penal. Si una persona muere en circunstancias sospechosas, la policía puede solicitar la exhumación para determinar la causa o la razón de la muerte. Las exhumaciones también pueden ocurrir como parte del robo de tumbas, o como un acto de profanación para mostrar falta de respeto. En raros casos históricos (por ejemplo, el Papa Formosus o Oliver Cromwell), un cuerpo puede ser exhumado para la ejecución, disección o gibbétamiento póstumo, es decir, castigar a la persona luego de la muerte por actos cometidos en vida. Los individuos notables pueden ser exhumados para responder preguntas históricas. Muchas momias egipcias han sido removidas para su estudio y exhibición pública. La exhumación permite a los arqueólogos buscar los restos para comprender mejor la cultura humana.
En el folklore y la mitología, la exhumación también ha sido frecuentemente asociada con la realización de ritos para desterrar las manifestaciones de no-muertos. Un ejemplo es el Mercy Brown Vampire Incident de Rhode Island, ocurrido en 1892.