El hecho de que sean el cuello y la muñeca los lugares más frecuentes para medir el pulso es porque allí pueden notar los latidos con mayor facilidad. Por tal razón se puede decir que los puntos de pulso más utilizados para medir la frecuencia cardíaca son aquellos en los cuales las arterias se ubican más cerca de la epidermis.
Para poder medir el pulso de forma adecuada es necesario utilizar los dedos índice y cordial, además de ello es importante señalar que el dedo pulgar no se debe utilizar ya que éste presenta su propio pulso. Los dedos que se utilizan deben ejercer una suave presión en la zona donde pasa la arteria para, para que de esa manera se logren sentir las pulsaciones.
La frecuencia cardíaca varía según las características de cada persona, esto se debe a que la misma depende del estado físico del individuo, así como también de la edad, la genética y las condiciones ambientales, por solo hacer mención de los más importantes. Según los expertos una persona adulta que se encuentre sana, presentará una frecuencia cardíaca de entre 60 y 100 pulsaciones por minuto, la cual puede llegar a descender hasta 40 durante el sueño y subir hasta 200 si se realiza algún tipo de actividad física intensa.