El cálculo de esta función se apoya en lo siguiente: en el incremento o descenso de la entropía que se encuentra ligada a la reacción y el calor máximo que requiere o el que ha sido liberado por la misma. Su creador, fue el físico Josiah Willard Gibbs, quien dio sus primeros aportes a través de la fundación teórica de la termodinámica.
La fórmula fijada para el cálculo de la función de Gibbs es: G= H-TS
Donde la T representa la temperatura total. Dentro de un proceso que se lleva a cabo a temperatura constante, el cambio que sufre la energía libre del sistema (ΔG), se encuentra simbolizada por la expresión: ΔG = ΔH – T.ΔS.
ΔG = representa la diferencia existente de energía libre.
ΔH= representa la diferencia de entalpia.
T= representa la temperatura absoluta
ΔS= representa la diferencia de entropía
Si se desea conocer si la función G se encuentra asociada o no con la espontaneidad de reacción, es importante tener presente que la temperatura y la presión se mantengan constantes. Ahora bien, dentro de las reacciones químicas, la valoración que arroje ΔG puede ser traducido de esta manera:
- Cuando ΔG sea igual a 0, la reacción se encuentra estable o en equilibrio.
- Cuando ΔG sea mayor a 0, la reacción no fue natural.
- Cuando ΔG sea menor a 0, la reacción si es natural.
La importancia de esta función reside, en que a través de ella el mundo tecnológico puede conocer la cantidad de energía disponible. Es importante recordar que la inclinación natural de la energía libre es su progresivo declive, lo que indica el hecho de que cada día se dispondrá menos de la energía aprovechable.