El término gay se acuño por primera vez a mediados del Siglo XVIII en Inglaterra, para referirse a los hombres que practicaban la prostitución en las calles de Londres. El comportamiento festivo y alegre de estos “Caballeros” hizo que se empleara este término en una manera más genérica. Ya para los años 60 y con todos los tabúes de la sociedad de ese entonces, gay era usado para llamar a los hombres alegres de comportamiento ciertamente amanerado y lleno de alegría.
A medida que se fue acercando el siglo XXI y con el cese de los tabúes en torno al tema el término fue tomando más importancia en la comunidad, muy pronto, el diccionario de la Real Academia española lo definiría como “Todo lo Relativo a la Homosexualidad”. Posteriormente al no usarse para mencionar a las mujeres lesbianas, transexuales y transgenero, la palabra gay quedo exclusivamente para hacer referencia a los hombres gay.
A pesar de que se ha legislado y se ha tratado de que los gay formen parte de la sociedad como personas heterosexuales, es decir, sin tal distinción, aún siguen existiendo formas peyorativas de mencionarlos. Gay en muchos países es una de ellas. El término puede utilizarse dependiendo de la manera en la que se diga de manera despectiva, en tono de burla y de desprecio.