Esta afección bucal puede presentarse en cualquier etapa después de desarrollados los dientes, también puede clasificarse en varios tipos:
La gingivitis ocasionada por la presencia de placa dentobacteriana, este tipo de gingivitis es muy común y es el resultado de la presencia de restos de comida en los dientes los cuales con el tiempo se convierten en una especie de cubierta pegajosa, que si no es retirada a tiempo por medio del cepillado, puede causar hinchazón y sangrado en las encías.
La gingivitis originada por el estado de gravidez, este tipo de gingivitis se presenta debido a las variaciones hormonales que presentan las mujeres cuando están embarazadas, además de la poca higiene bucal que tenga la futura madre, debido a la aparición de los vómitos propios del embarazo.
La gingivitis necrosante, esta se caracteriza por la aparición de una inflamación causada por la destrucción de los tejidos blandos y el hueso. La gingivitis originada por el padecimiento de leucemia, ocurre cuando las células cancerosas surgen dentro de las encías, ocasionando un empeoramiento del caso debido a que el organismo no tiene la capacidad de enfrentar la infección.
La gingivitis simple, esta clase de gingivitis también es muy frecuente y se caracteriza por inflamación y enrojecimiento de las encías las cuales son propensas a sangrar si el individuo se llega a cepillar los dientes o ingiere algún alimento. La gingivitis debe ser tratada a tiempo ya que es muy probable que se convierta en una periodontitis que no es más que una infección en el revestimiento de donde esta incrustado el diente, la cual destrozaría el hueso de manera progresiva. Para poder tratarlo el paciente debe acudir a su odontólogo para comenzar un tratamiento con antibióticos e ir quitando poco a poco la placa dental. Si la gingivitis es ocasionada por padecer de cáncer, la recomendación es visitar a su médico tratante y que junto al odontólogo le coloque el tratamiento correcto para estos casos.