Se tiende a confundir la gripe con el resfriado, pero los síntomas de la influenza habitualmente son mucho más intensos, que los del refriado que son los peculiares estornudos y la nariz tapada. Por otra parte una persona está infectada por el virus de la influenza si experimenta síntomas como, fiebre, mareo, escalofríos, dolor de cabeza, cansancio, pérdida del apetito, tos, molestias musculares, dolor de garganta, diarrea, moqueo nasal, nauseas o vómitos, debilidad y dolor de oídos. Estos son los síntomas más comunes de la gripe, los cuales generalmente aparecen dos días después de la exposición al virus.
La gripe puede contagiarse de persona a persona a través de la tos, por el contacto cara a cara o por estornudos, pero es importante resaltar que también puede propagarse cuando un individuo toca un objeto contaminado por dicho virus y seguidamente toca su propia boca o nariz. Seguidamente las personas mayores y los niños pequeños están más propensos a tener mayores complicaciones a la hora de ser contagiados por el virus, y también las personas de cualquier edad con diferentes afecciones de salud. El tiempo de duración de esta enfermedad no está muy claro, depende de cómo se combate el virus, pero comúnmente tras unos cinco días, la fiebre y los otros síntomas podrían desaparecer, pero puede que continúe la tos y la debilidad.