Este conflicto inicia el 17 de julio de 1936 y finaliza el 1 de abril de 1939. En esta guerra intervinieron dos bandos: los simpatizantes del gobierno del frente popular, conocidos como los “republicanos” el cual estaba integrado mayoritariamente por el sector de asalariados y algunos comunistas y el llamado bando nacionalista o “sublevado” el cual estaba representado por el sector conservador y tradicional de la sociedad española, entre sus filas se hallaban una buena parte del alto mando militar español, un extenso sector de la iglesia y en definitiva de todos aquellos que sentían temor de que surgiera en España una revolución del proletariado, ya que ello significaba un terrible peligro para su estatus social.
Como ya se mencionó, en el bando nacionalista se encontraban muchos militares que integraban la junta de defensa nacional, la cual estaba dirigida por tres personajes emblemáticos de la historia española como lo fueron: Francisco Franco, Emilio Mola y José San Surjo. En el bando republicano, por su parte, se pueden mencionar personajes relevantes como Juan Negrín, Manuel Azaña y Francisco Largo Caballero.
Esta guerra tuvo como detonante el triunfo en las elecciones de febrero del año de 1936, donde resultó ganador el frente popular o republicano, esto contribuyó a que se radicalizara más la derecha. Los grandes propietarios se sentían amenazados por la inminente reforma agraria, el sector burgués detenía toda clase de inversión y para completar, la iglesia sentía una fuerte amenaza por el sistema político anticlerical que llevaba la izquierda.
Por su parte para el sector del proletariado este triunfo significaba dejar atrás una sociedad llena de penurias, con una economía ineficiente, que no podía cumplir con las necesidades del pueblo y una organización social totalmente dividida entre ricos y pobres.
Sin embargo, en los meses siguientes a la victoria del sector republicano, específicamente entre febrero y julio de 1936, la tensión entre las fuerzas sociales aumento mucho más, ya el gobierno no podía mantener el orden público, ya la violencia política era casi a diario. Los grupos extremistas de la derecha, combatían con los de la izquierda. Una derecha que no iba a quedarse quieta y que estaba decidida a recuperar su poder, fue el escenario perfecto para que surgiera una guerra civil.
Fue una guerra que duró casi tres años, mucha sangre derramada de españoles que luchaban por una España mejor. Finalmente el 1 de abril de 1939 se consolida la victoria del bando nacional.