Cabe mencionar que Cartago era una importante ciudad que se encontraba ubicada en la costa de la actual Túnez la cual fue establecida por los fenicios. Esta civilización poseía una enorme escuadra marítima, razón por la cual se les consideraba a sus pobladores como grandes navegantes. Sin embargo, no contaban con un ejército permanente ya que de acuerdo a su ideología los cartagineses optaban por contratar a mercenarios que liberan sus guerras, siendo solo los comandantes los que eran autóctonos de dicha ciudad.
Por su parte Roma, sí que contaba con un gran y poderoso ejército el cual se encontraba librando batallas en la región norte de Italia Anexionando. Sin embargo, su debilidad eran las infraestructuras de tipo naval, las cuales en comparación a las cartaginesas eran bastante inferiores, por lo tanto, era casi imposible en un primer momento poder actuar en contra de ellos. La primera de las guerras púnicas se llevó a cabo entre los años 264-241 a.C. Dicho enfrentamiento se llevó a cabo en la isla de Sicilia, sitio en el que se localizaban grandes colonias griegas aliadas de Roma.
Por otro lado, La segunda guerra púnica en combinación con la pérdida de la guerra y los costes de la misma que se vieron obligados a pagar provocaron que Cartago viera desplomarse su economía, por lo tanto, no tenían la capacidad para pagar a mercenarios, viéndose obligada a resignarse a ser una potencia de menor calibre que Roma. Al ver que era muy difícil pagar las altas tasas de impuesto, pidieron al Senado de Roma la posibilidad de expandir su influencia hacia el territorial de Hispania, para tratar de obtener algunos recursos y terminar de pagar la deuda.
Entre 149-146 a.C. Cartago fue erradicada. Principalmente por el miedo que tenían los romanos a que dicho pueblo se levantara en contra del Imperio nuevamente. Ya para el año 201 a.C. había quedado destrozada tanto en el ámbito militar como en el económico, y apenas lograban hacerse cargo de los pagos de los tributos a Roma.
