El hamsa Como tal, es adoptado como un amuleto para la protección del mal de ojo, o de cualquier desgracia. El símbolo de la “mano de hamsa” se caracteriza por representar el diseño de una mano derecha simétrica con cinco dedos: el dedo corazón en el centro, a los lados de éste el anular y el índice, un poco más cortos que el corazón e iguales entre sí, y finalmente en los extremos dos pulgares, de tamaño similar y ambos presentan una curvatura hacia el exterior de la mano.
Dentro del hamsa, es posible encontrar otros símbolos como ojos, estrellas de David, peces, y otros con el objetivo de fortalecer el poder del mismo, cabe destacar que éste posee gran cantidad de representaciones. Ejemplo de ello es cuando es representado con los dedos juntos. Para las personas el hamsa es un amuleto que sirve para la buena suerte, en el caso de poseer los dedos separados se usa para alejar las energías negativas.
Como amuleto, el hamsa fue portado por los cartagineses desde el 820 a.E.C. y mientras que el la región norte del continente africano se le asociaba con un atributo de la diosa Tanit; posteriormente pasó a los bereberes y magrebinos.
Luego de tales acontecimientos, las culturas judía y árabe lo adoptaron como motivo independiente. Se cree que fue incorporado en dichas culturas como una evocación del motivo conocido como mano de Dios, cuyo origen está relacionado con el aniconismo.