Cabe acotar que en algunas ocasiones pueden llegar a pasar varios días hasta que el hematoma se pueda observar en la superficie de la piel. Los hematomas son una reacción normal del cuerpo frente a lesiones o a contusiones y que provocan que los vasos sanguíneos sufran daños.
Dependiendo del nivel y la intensidad de la lesión que lo genere, hay distintos tipos de hematomas, y se desarrollan de la siguiente manera:
- Dolor: este es el primer síntoma que se presenta en el hematoma, se puede percibir en la zona en donde aparece.
- Inflamación: en el lugar donde se presentó la lesión se producirá una inflamación que irá disminuyendo de forma natural a medida que pasan los días.
- Cambio del color de la piel: otro síntoma es la variación del color a medida que van avanzando las horas y los días. Inicialmente se presentará un color rosáceo, posteriormente cambiará a un color azulado, con el paso de los días cambiará a amarillo-verdoso y por último a medida que la piel vaya sanando regresará al color normal.
Los hematomas se pueden presentar por causas bastante variadas. Pero por lo general se deben a daños que sufren los vasos sanguíneos, lo cual sucede como consecuencia de lesiones en el cuerpo, como por ejemplo las que se producen por un accidente de tránsito o contusiones y golpes directos. Si ocurre daño en uno o más vasos, la sangre se desplazará hacia el tejido que se ubica alrededor del vaso o a cavidades corporales. Es por esa razón que pueden darse hematomas bajo la piel o también en órganos.
Además de ello se debe señalar que existen medicamentos coagulantes como es el caso del ácido acetilsalicílico o el Phenprocoumon los cuales pueden elevar el riesgo de que se presente un hematoma.