Las principales características de este término son los malos tratos contra el hombre, ya sea psicológico, físico o emocional. La actitud sexista y discriminatoria de un género hacia otro, etc.
Para analizar este problema, es necesario mencionar sus causas. Una de ellas es la discriminación de género y cómo a lo largo de los años las mujeres han comenzado a adquirir puestos de responsabilidad y un mayor poder social.
Hembrismo y feminismo son palabras sinónimas, pero cada término se refiere a realidades muy diferentes de la sociedad. Mientras que el hembrismo es una actitud de superioridad de las mujeres sobre los hombres, el feminismo trata de la defensa de la igualdad entre hombres y mujeres. Muchas mujeres feministas son llamadas «hembristas», para defender la supremacía de la mujer en la sociedad, cuando en realidad esa conducta debe ser definida como una mujer, y muchas veces ignoramos el hecho de que el feminismo es un movimiento al que los Hombres también forman parte.
Existen varias teorías sobre la aparición de la palabra «hembrismo». Hay personas que atribuyen su origen a una victimización enraizada en ciertos grupos de mujeres, mientras que otros señalan que el temor de ciertos hombres a perder sus privilegios y esa posición en la cima de la sociedad llevó a la aparición de ese término.
Si el hembrismo es lo opuesto al machismo, sería tentativamente: «un conjunto de actitudes y creencias destinadas a justificar y promover el mantenimiento de comportamientos percibidos como heterosexualmente femeninos y también discriminatorios contra los hombres». ¿No es extraño? Para ser un movimiento tan poderoso que subyuga o pretende subyugar a los hombres y a los violentos en la casa, el campo y las cortes, su desarrollo teórico es muy básico y por casualidad, se define como el espejo opuesto del machismo, femenino siempre ha sido definido como el reflejo opuesto de lo masculino.
