Por lo tanto la herejía es considerada como el apartamiento de todo lo expresado a través de una doctrina religiosa y que puede llegar a originar una división dentro del seno de la sociedad religiosa. Al existir una disidencia en la manera como dos o más grupos comprenden la verdad de la existencia, es allí donde surge la herejía.
Desde la época de los apóstoles, existieron en abundancia las herejías: aquellos que dudaban de la virginidad de maría, los que refutaban la divinidad de Jesús, otras su humanidad y los que fusionaban los principios cristianos con otras creencias, etc. La herejías provenían, en muchas ocasiones, de los propios cristianos descontentos y otras de los paganos.
Es importante destacar que la primera inquisición responsable de combatir la herejía fue fundada por el papa Gregorio lX. Por otra parte, dentro del código de derecho canónico se encuentra estipulado que un hereje es todo aquel individuo que luego de haber recibido el bautismo aun manteniendo el nombre de cristiano, contradice las verdades de la fe divina.
Algunas de las doctrinas consideradas como herejías por la iglesia católica son:
Gnosticismo: según esta doctrina las personas que se inician a ella no se salvan por la fe, ni por el sacrificio de Jesucristo, sino que se salvan gracias a la gnosis, o conocimiento interior de lo divino, este conocimiento es considerado superior a la fe.
Docetismo: esta doctrina afirma que Cristo no sufrió la crucifixión. Porque su cuerpo no era real, negando así la humanidad de Jesús.
Abecedarianos: afirmaban que para poder salvarse, las personas no debían saber leer ni escribir.
Adopcionismo: defendía la creencia de que Jesús era un ser humano, que se transformó en un ser divino, gracias a la adopción de Dios.