Los hilos dentales no son de la misma forma, se pueden encontrar en el mercado fabricado con distintos diámetro de grosor, los cuales serán seleccionados e implementados según el espacio que exista entre los dientes de cada paciente. Los tipos de hilos dentales no solo son clasificados según su grosor, también pueden evidenciarse con varios filamentos (multifilamentos) o compuesto por solamente una hebra (monofilamento) siendo este el más costoso ya que se desliza de forma fácil y sencilla; de igual forma pueden encontrarse con o sin cera, esto será implementado según el criterio de cada paciente debido a que no se aprecia ninguna modificación en la eficacia de la limpieza dental, sin embargo algunos odontólogos exponen que los hilos dentales encerados contienen un porcentaje de fluoruro de sodio y agentes antibacterianos, los cuales potenciaran la protección contra infecciones bucales.
La técnica correcta a la hora de aplicar hilo dental en la higiene bucal es la siguiente: se debe tomar una porción de hilo con una longitud aproximada de 40 centímetros, el 70% de este hilo debe ser utilizado para enrollarlo en los dedos anulares utilizando en si solamente de 2 a 5 centímetros entre los espacios existente entre las piezas dentales; posterior a esto se debe utilizar los dedos índices y pulgares para ejecutar el deslizamiento del hilo por las paredes externas de los dientes en un movimiento unidireccional (de arriba hacia abajo), estos movimientos deber ser sumamente suaves y delicados ya que al forzar el hilo o ejecutar la técnica de manera brusca puede lesionar el delicado tejido que conforma la encía; mientras se avanza entre diente y diente debe rotarse el hilo para utilizar porciones limpias entre cada espacio.