Hiperactividad

Qué es hiperactividad

La hiperactividad se define como un nivel de actividad más alto de lo considerado como normal. Se puede utilizar para describir el aumento de la acción de una función corporal, como la producción de hormonas o el comportamiento. Alguien hiperactivo puede parecer que está siempre en movimiento o inquieto, impulsivo, incapaz de concentrarse y hablando demasiado.

El término es un adjetivo derivado de la palabra griega “hiperactivus”, la cual se desglosa de la siguiente forma: hiper que significa sobre. Activus que hace referencia a activo, por lo tanto, la palabra se define como algo que produce o tiene actividad.

Características de la hiperactividad

La hiperactividad no es un trastorno en sí mismo, pero puede dar lugar a diagnósticos. El diagnóstico más común para niños y adultos hiperactivos es el trastorno por déficit de atención con hiperactividad TDAH, pero también pueden darse otros diagnósticos como:

• Autismo.
• Desorden obsesivo-compulsivo.
• Enfermedades mentales como el trastorno bipolar o la esquizofrenia.
• Trastornos físicos como el hipertiroidismo.
• Abuso de drogas recreativas.

El comportamiento hiperactivo generalmente incluye estar en constante movimiento, distraerse con facilidad, impulsivo, desenfocado y, en algunos casos, agresivo o inusualmente asertivo.

Un niño hiperactivo presenta alguno de los siguientes síntomas:

• Inquietud.
• Deambular por el aula cuando debería estar sentado.
• Hablar demasiado.
• Dificultad para participar en actividades tranquilas (como la hora del círculo y la lectura).
• Agresividad en el comportamiento.
• Impulsividad.
• Se distrae fácilmente.

Además, la imposibilidad de concentrarse o quedarse quieto, puede causar otros problemas, entre los que destacan:

• Dificultad en el trabajo o la escuela.
• Aumento de la posibilidad al consumo de drogas y alcohol.
• Lesiones y accidentes.
• Conflictos en las relaciones personales.

Determinar si alguien es hiperactivo no resulta algo fácil. Lo que puede parecer un comportamiento excesivo para alguien puede no serlo para otra persona. Algunos niños son más activos que otros, lo que no significa que sean hiperactivos, sino que es una característica más ligada al comportamiento típico de los niños que desaparece con el paso a la adolescencia.

Causas de la hiperactividad

Los investigadores no han logrado determinar la causa exacta de la hiperactividad. Sin embargo, existen factores que para los especialistas influyen en esta condición:

• Entorno: la exposición a temprana edad a algunas sustancias como el plomo pueden aumentar el riesgo a padecer este desorden.
• Genes: estudios señalan que esta condición puede ser hereditaria, por lo que genes estarían involucrados.
• Problemas durante el desarrollo: el trastorno puede verse influenciado en el caso de que el sistema nervioso central sufra algún problema en alguna de las etapas importantes del desarrollo del niño.

El trastorno por déficit de atención con hiperactividad a su vez puede ser causado por alguno de los siguientes factores:

• El TDAH tiende a ser hereditario.
• Cambios cerebrales. Las áreas del cerebro que controlan la atención son menos activas en los niños con TDAH.
• Mala nutrición, infecciones, tabaquismo, bebida y abuso de sustancias durante el embarazo.
• Una lesión trastorno cerebral. Un lóbulo frontal dañado puede ser causa de problemas en el control de emociones e impulsos.
• Los trastornos del estado de ánimo como la depresión o la ansiedad pueden conducir a comportamientos hiperactivos.
• El uso indebido de drogas farmacéuticas.
• La prematuridad aumenta el riesgo de desarrollar TDAH.
• Las exposiciones prenatales, como el alcohol o la nicotina del tabaquismo, aumentan el riesgo de desarrollar TDAH.
• En casos muy raros, las toxinas en el medio ambiente pueden provocar TDAH. Por ejemplo, el plomo en el cuerpo puede afectar el desarrollo y el comportamiento de los niños.

Por el contrario, el consumo en exceso de azúcar, la ingesta de aditivos alimentarios, alergias y vacunas no son causas comprobadas científicamente en el desarrollo de este trastorno.

Tratamientos para la hiperactividad

Si el médico considera que el trastorno es causado por una condición física subyacente, puede recetar medicamentos para tratar esa condición. También puede ser causada por una condición de salud mental. En ese caso, el médico puede derivarlo a un especialista en salud mental. El especialista puede recetar medicamentos, terapia o ambos.

Terapia
Las terapias de conversación son aquellas que involucran la discusión de los síntomas presentes en el paciente con un especialista, a fin de ayudar a reducir los efectos de este comportamiento y enseñarle al paciente a convivir con esta condición.

La terapia conductual cognitiva (TCC) intenta cambiar en la persona los patrones de comportamiento y pensamiento.

Medicamento
En el caso de ser necesario el uso de medicamentos, estos son recetados por un especialista (psicólogos, psiquiatras, pediatras, neuropediatras) basados en estudios y de acuerdo con el nivel de trastorno presentado por el paciente. Estos medicamentos pueden ser:

• Dexmetilfenidato.
• Dextroanfetamina.
• Anfetamina.
• Lisdexanfetamina.
• Metilfenidato.

Actividades para niños hiperactivos

Entre las actividades relajantes recomendadas para tratar la hiperactividad infantil se encuentran:

• Música para calmar la mente: un poco de música todos los días puede ser favorable para reducir la ansiedad y la tensión. Estudios y encuestas han revelado que la música relajante puede aliviar el estrés tanto para niños como para adultos.
• Deportes al aire libre: cualquier tipo de actividad al aire libre es un medio considerable para desarrollar habilidades sociales. Un deporte adecuadamente seleccionado, también brindará muchos entrenamientos físicos. Por lo tanto, actividades como el fútbol o el baloncesto, que mantengan a todos los jugadores inmersos durante el juego, son el tipo de deportes recomendados.
• Juegos de mesa: estos juegos ayudan a desarrollar habilidades como la memoria, el enfoque y la planificación estratégica.
• Natación: es una de las actividades relajantes al aire libre favorables para los niños hiperactivos.
• Artes y manualidades: son excelentes actividades relajantes para calmar a los niños.

Vejiga hiperactiva

Es la urgencia, un deseo imperioso y repentino de orinar que es difícil de aplazar. Ocurre cuando los músculos de la vejiga comienzan a contraerse por sí solos, incluso cuando el volumen de orina en la vejiga es bajo. Estas se llaman contracciones involuntarias creando la necesidad urgente de orinar.

Síntomas

Entre los síntomas de esta afección se encuentran:

• Necesidad incontrolable e inesperada de orinar.
• Pérdida de orina de manera involuntaria.
• Frecuencia urinaria, comúnmente en un día más de 8 veces.
• Nocturia, trastorno en el cual la persona siente la necesidad de orinar mínimo dos veces por noche.

Causas

Algunas causas posibles pueden incluir:

• Músculos pélvicos débiles.
• Trastornos en el sistema nervioso central como: esclerosis múltiple, accidentes cerebrovasculares.
• Infección urinaria.
• Sobrepeso.
• Diabetes.
• Cálculos o tumores.
• Deficiencia de estrógenos después de la menopausia.

Tratamiento

Existen diversos tratamientos para esta afección. Lo primero es cambiar comportamientos que molesten la vejiga, como el consumo de algunos alimentos y bebidas. Si esto no resulta, algunos de los tratamientos recomendados son:

• Fisioterapia del suelo pélvico: por medio de ejercicios específicos para fortalecer los músculos se puede intentar controlar múltiples problemas urinarios.
• Medicamentos: estos se enfocan en dos efectos, el primero de ellos, intentar aliviar los síntomas, mientras que el segundo se enfoca en la reducción de los episodios de incontinencia. Algunos de ellos son: Oxybutynin, Tolterodine, Solifenacin.
  
• Bótox: inyectado en dosis pequeñas, pueden lograr debilitar o paralizar los músculos de la vejiga, evitando que estos se contraigan de manera frecuente.
• Estimulación nerviosa: los impulsos que llegan a la vejiga lo hacen mediante señales eléctricas de los nervios. Este tratamiento se basa en cambiar dicha señal, estimulando eléctricamente por medio de una aguja introducida por la pierna en su parte inferior o mediante un cable a través de la parte baja de la espalda.
• Cirugía: si ninguno de estos tratamientos funciona, la cirugía sería el siguiente paso. Entre ellas se encuentran:
  • Cirugía para aumentar la capacidad de la vejiga: este procedimiento utiliza partes del intestino para reemplazar una porción de su vejiga. Esta cirugía se utiliza únicamente en casos de incontinencia de urgencia severa que no responde a otras medidas de tratamiento más conservadoras.
  • Extirpación de vejiga: este procedimiento se utiliza como último recurso e implica la extirpación de la vejiga y la construcción quirúrgica de una vejiga de reemplazo o una abertura en el cuerpo (estoma) para unir una bolsa a la piel para recolectar la orina.