Las causas que ocasionan que una persona sufra de homiclofobia o nebulafobia, pueden variar, el haber tenido un accidente en una vía con niebla o que haya escuchado de algún accidente, etc. Todo esto puede crear en la persona ese miedo que con el pasar del tiempo va a convertirse en una fobia. La intensidad de ese temor puede generar variados síntomas de la homiclofobia, desde los tradicionales ataques de pánico, como las sudoraciones, la dificultad para respirar, la taquicardia, etc.
La persona homiclofobica debe someterse a tratamiento psicológicos que le ayuden a sobrellevar esta afección, uno de los métodos aplicados para esta fobia es la terapia de exposición en donde el psicólogo expone a la persona homiclofóbica ante la niebla, con el propósito de demostrarle que no le va a suceder nada al entrar en contacto con ella. Sin embargo, si el miedo es muy intenso, entonces será necesario utilizar medicación para controlar la ansiedad.