Surgió en el continente africano. Se trasladó a otros lugares como producto de la era glacial, persiguiendo una vida mejor. Las protestas de su cuerpo le impusieron la obligación de confeccionar vestimentas, cazar animales y refugiarse de los fenómenos naturales. Desarrolló la escritura, la pintura, la escultura, la música, la ciencia, la medicina, la filosofía, la tecnología y demás, elementos que beneficiaron de manera increíble el desarrollo de su historia. Fue capaz de definirse a sí mismo y a ubicar entes mucho más poderosos por su cabeza, además de dominar conceptos abstractos como las emociones.
El ser humano creó una serie de reglas y costumbres que procuran mejorar la convivencia de la especie propia, además de fomentar el respeto de otras especies con las que comparte su hogar. Desarrolló sistemas sociales, políticos y económicos. Su dieta combina el consumo de vegetales y carne, es decir, es omnívoro. Es capaz de recordar eventos pasados, realizar actividades a voluntad e imaginar situaciones que involucren la existencia de seres o entornos irreales. Su mecanismo de reproducción, al igual que él, ha evolucionado, convirtiéndose en una actividad casi de recreación, que impone sentimientos y un entendimiento espiritual del compañero.
Con la distribución masiva de los humanos, existen diferencias culturales y físicas. Debido a la separación geográfica de los mismos, se propusieron crear su propio patrón de comportamiento. La religión y los conceptos espirituales esenciales, como la vida y la muerte, varían en dependencia del país con el que se trate. Siempre está en la constante búsqueda de sus antepasados, al igual que se esmera en estudiar las acciones importantes que transformaron el transcurso de la evolución humana.