Según la OIT Organización Internacional del Trabajo, es uno de los caudales legítimos principales que establecen los ciudadanos y particularmente los trabajadores mediante las organizaciones sindicales y el movimiento sindical para promover y defender de sus intereses sociales y económicos.
Cómo huelga se escoge el paro o la paralización colectiva de las labores convocado por un grupo de empleados o por el sindicato, como medida de reproche para reclamar una serie de solicitudes para que sean atendidas por el patrono.
La palabra huelga es un sustantivo que desciende de la expresión holgar, pero al mismo tiempo, proviene del latín tardío follicāre, que quiere decir soplar o respirar.
Las huelgas nacieron en el siglo XIX cuando los obreros abrumados por las injusticias cometidas en su contra a partir de la Revolución Industrial y respaldados por las opiniones marxistas y anarquistas, iniciaron la solicitud de sus derechos, ya que no habían leyes laborales que los resguardaran, y estaban reprimidos a los voluntades de sus empleadores, además que las condiciones en las que trabajaban eran terribles no solamente los hombres, sino las mujeres, y embarazadas.
Existen muchas clases de huelga. La huelga de hambre es particular ya que consiste en desistir a la ingesta de alimentos hasta que el porqué de la misma sea resuelta o por lo menos escuchada. También nos encontramos con la huelga laboral, la más reconocida y popular internacionalmente por la Organización Internacional del Trabajo, que manifiesta que el derecho a la huelga es uno de los derechos principales y caudales más legales que posee un trabajador y las organizaciones que los agrupan, para la impulso y defensa de sus intereses sociales y económicos. Esta consiste en dejar de hacer sus labores un tiempo determinado, con el objetivo de obtener beneficios laborales y sociales.