El humo para los seres vivos es tóxico en casi todas sus presentaciones. La impureza de los elementos que lo componen suponen un serio daño para los pulmones de las personas y animales, las plantas también reaccionan negativamente frente a este. Puede causar muchas enfermedades y ocasionar daños al ambiente, siendo unos de los principales agentes o formas de la contaminación de la atmósfera que hay en la actualidad.
El término humo proviene etimológicamente del latín Fumus, y no solo es usado para señalar el resultado químico de quemar un elemento, sino también para nombrar ciertas acciones humanas a las que se les relaciona por sus características particulares.
Cuando decimos coloquialmente que “hay una cortina de humo” nos estamos refiriendo a una acción en la que se interpone una acción para tapar otra. El humo gracias a su propiedad densa puede ser un obstáculo de visibilidad. La ínfula también es conocida como humo, consiste en las personas que se exaltan a sí mismas o creen que tienen una jerarquía o capacidad por encima de los demás porque se les otorga poder o tienen más ingresos económicos.