La impotencia encierra varios problemas que perjudican a una relación sexual, la reproducción, el deseo sexual por la falta de libido y la eyaculación precoz o la falta total de ella, entre otros, a esto se le suma la parte emocional que acarrea padecer de alguna de estas dificultades, el estrés, la frustración y la depresión por no lograr lo que sería un acto natural, que muchos de estos síntomas, malestares y dificultades son difíciles de tratar, ya que es un tema para muchos de debilidad y tabú. Las causas son infinitas ya que van desde daños en los penes en sus cuerpos cavernosos, enfermedades como la diabetes, la arteriosclerosis, cardiovasculares, neurológicas, las afecciones de la próstata, como una mala alimentación y un malsano ritmo de vida que incluye el tabaquismo y el alcoholismo que influyen en el flujo sanguíneo. La genética es una causa en la mayorías de los casos ya que no se encuentran causas aparentes para la presencia de la impotencia.
Los factores psicológicos y emocionales definen lo que es la impotencia psíquica, término usado para los casos que son causados por fuertes traumas por la enfermedad y pérdida de algún familiar, accidente de gravedad o una violación, que no son causas orgánicas ya que el problema está en la mente, la cotidianidad, el exceso de trabajo, la crisis económica, la variedad de estrés por las responsabilidades pueden causar bloqueos que impiden llegar a tener una vida normal en sus relaciones sexuales, inconvenientes que tanto hombre como mujeres pueden padecer y es en la actualidad la causa principal de estas debilidades y sus consecuencias.