Esta palabra puede utilizarse para hacer referencia a distintas situaciones, sin embargo, es muy común su uso en el contexto económico y estadístico, en donde ciertas circunstancias imposibilitan la realización de un juicio o valoración certera de lo que sucederá más adelante.
En el plano económico, la incertidumbre hace imposible la evolución del futuro ya que los agentes económicos se volverán más evasivos, creando limitaciones en las inversiones de cualquier tipo. Ningún empresario querrá invertir en una economía, en donde no exista certeza de que su inversión será recuperada. Un claro ejemplo de esta situación se puede evidenciar en un país, donde la tasa de inflación es sumamente alta; en este caso, el alza inmediata de los precios, complica la elaboración de predicciones con respecto a lo que sucederá en el futuro.
Desde una perspectiva estadística, la incertidumbre hace imposible determinar las causas que originan un efecto específico, por lo que solo debe ser tomado en consideración la aleatoriedad y probabilidad.
La incertidumbre es un estado que siempre acompañará a cada individuo y a la sociedad en general. Los hechos nunca podrán darse por establecidos, y el futuro en algunos momentos podrá visualizarse incierto. Sin embargo, estas circunstancias no deben ser un impedimento para que las personas realicen una planificación adecuada de las diferentes etapas de su vida.