Partiendo de su significado, en el ámbito de la sanidad, se le emplea como un adjetivo otorgado a los productos o alimentos que no causarían ningún tipo de efecto nocivo en el ser humano. En el caso de los alimentos, se utiliza más seguido el sustantivo “inocuidad”, presente en la norma ISO 22000, cuyo fin es mejorar a nivel mundial la cadena de suministros de alimentos, además de generar una armonía en las leyes que regulan a la misma. Es de suma importancia que se evalúe de manera constante la calidad de los productos alimenticios y de consumo humano regular, para evitar accidentes durante su uso.
En la farmacología, la inocuidad hace alusión a la atoxicidad de un medicamento o preparación con propiedades curativas. Sin embargo, a diferencia de los alimentos, en este ámbito se relaciona mucho más con los efectos que un medicamento recetado incorrectamente puede causar en un individuo. Aun así, a los fármacos se les introduce en un estricto control de calidad.