La introspección o percepción interna se basa en la capacidad reflexiva a la que la mente tiene que referirse o ser consciente de sus propios estados. Cuando esta capacidad reflexiva se ejerce en forma de memoria sobre estados mentales pasados, tenemos la llamada «introspección retrospectiva»; pero la introspección puede ser un conocimiento del pasado y también de las experiencias presentes, de aquellas que ocurren conjuntamente y en el presente del propio acto introspectivo.
La introspección muestra la capacidad de una persona para abstraerse del entorno para enfocarse en sí mismo, marcar una distancia y vivir mejor. Hay una relación que es permanente durante toda
la vida. Esta relación es la que surge de estar solo con uno mismo.
No solo es importante cultivar relaciones interpersonales con otros, sino que también es muy importante tener la capacidad de mirar dentro de uno mismo para mejorar la autoestima, tener confianza en uno mismo, mejorar el grado de comprensión interna, corregir defectos y mejorar las virtudes.
En la rama de la psicología, la introspección es un método por el cual el sujeto describe su experiencia consciente en términos de lo sensorial, afectivo o imaginativo. Este comportamiento se realiza en interacción con el terapeuta, que acepta observar experimentalmente la actividad del sujeto. Es un método rechazado y fuertemente criticado por la psicología del comportamiento.
El filósofo y psicólogo Wilhelm Wundt (1832 -1920) fue quien desarrolló la psicología experimental en la que analizó los comportamientos que podían observarse mientras los estados de conciencia se acercaban a ellos mediante la introspección o la auto observación controlada.
Su método se basó en Ciencias Naturales. Podemos citar como ejemplo su estudio de lo que la gente sentía en presencia de un estímulo luminoso, cuyas observaciones tomaban nota tanto de lo que se podía observar (su reacción) como de lo que los sujetos le decían sobre lo que sentían en ese momento. Esto le permitió distinguir entre sensaciones y sentimientos. Sigmund Froid también se preocupó por analizar la mente, especialmente el inconsciente, pero utilizó la asociación libre y el análisis de los sueños como métodos. La asociación libre puede considerarse una forma de introspección, y consiste en que el sujeto debe decir lo que le venga a la mente sin ninguna restricción, guiado por el psicoanalista que interpreta estas asociaciones para descubrir lo que está «almacenado» en el inconsciente.