Su descubrimiento se le atribuye al Químico inglés Frederick Soddy en el año 1911 quien estudiaba la radiación de las sustancias orgánicas de la tierra, él se percató de la igualdad de las propiedades químicas de los elementos, pero constatando la diferencia que generaba más radioactividad. Casi todos los elementos químicos descubiertos en la actualidad poseen al menos un isótopo unos estables y otros inestables, todos ellos conducen a determinar datos relevantes de la materia como por ejemplo la edad de la tierra recientemente reescrita en el año 2010 por el científico John Rudge el cual dijo que debido al decaimiento de los isótopos inestables del hafnio 182 y el tungsteno 182 la tierra tiene una edad de 4470 millones de año ± 1%.
Básicamente existen dos tipos de isótopos, los naturales que provienen de los elementos de los que está compuesta de la tierra o cualquier elemento existente en el planeta. Los isótopos artificiales son creados en laboratorios nucleares en los que bajo el procedimiento de bombardeo de partículas subatómicas generan isótopos de corta vida como el cesio que sirve para el proceso de generación de energía eléctrica en plantas nucleares.
Campos de investigación científica como la medicina, la hidrología, la ingeniería en petróleo han realizado importantes avances con la aplicación de isótopos inestables en sus procesos. El tratamiento del cáncer con el Cobalto – 60 produce una radiación más limpia económica en quimioterapias y las medicaciones que reciben los pacientes. En la petroquímica, la aplicación del Oro – 198 permite incrementos en la producción de petróleo crudo pues mejora el proceso de perforación de pozos y la recuperación secundaria de estos. Finalmente, el Nitrógeno – 15, uno de los más usados, ha conducido favorablemente el avance de la medicina al ser uno de los principales elementos de los resonadores magnéticos que se usan para ver imágenes claras del interior del cuerpo.