Sus creencias son muy complejas, pues, acoge al ateísmo, pero aun así hace una leve referencia a algunas deidades que ayudan al proceso de reencarnación. El universo y todo lo que éste conlleva, es producto de una serie de desarrollos dictados por la naturaleza y no por una entidad o poder sobrenatural que gobierna cada detalle de la vida. Practican ayuno y tratan de no seguir la corriente kármica (reencarnar) ejerciendo castigos corporales sobre ellos mismos; intentan llevar una vida fundamentada en la igualdad de los seres vivos, actuando con responsabilidad y sin violencia, además de no apegarse a los bienes materiales.
El ser vegetarianos, para ellos, es una forma en la que se puede ayudar a mantener una convivencia pacífica con todos los organismos vivientes. Pues, al comer animales, por ejemplo, se está faltando al respeto a la existencia de estos y sería un ejemplo de violencia hacia otros. La meditación es una de las herramientas que pueden ayudar al desate de las ataduras del alma, al igual que el alcance de la divinidad por parte de esta.