A partir del quinto día de lactancia, la leche materna va aumentando su concentración de grasas y vitaminas hasta convertirse en leche madura, lo que ocurre al decimo día. Esta leche es poco transparente y de color blanco azuloso, contiene lactosa, lactoalbúmina, vitaminas y minerales, hormonas y lípidos.
Otras de las ventajas de la lactancia es que permite a la madre recuperar su equilibrio hormonal, previene el cáncer de mama y proporciona satisfacción afectiva a la madre y al bebé.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses de vida. Se mantendrá, introduciendo alimentación complementaria lenta y progresivamente desde los seis meses, hasta que la madre decida dejar de amamantar.
La madre lactante requiere una dieta balanceada para garantizar una mejor leche. Debe cuidarse del consumo de drogas, del alcohol, de medicamentos, y de cualquier sustancia, cuyos efectos no estén claros y conocidos. Existen casos en que la lactancia natural no es posible cuando la madre presenta enfermedades de SIDA, sífilis, herpes simple, o que esté recibiendo quimioterapia, etc. Se recomienda en ese caso la lactancia artificial (leche artificial).