Qué es la lepra
Se trata de una enfermedad crónica cuyo origen viene del bacilo Mycobacterium leprae, es decir, una micobacteria perteneciente a la misma familia que genera la tuberculosis. Esta enfermedad también es conocida como bacilo de Hansen, llevando el nombre del científico que los descubrió alrededor del año 1873. Antes de ese año, las personas pensaban que se trataba de un diagnóstico congénito, pues los casos se daban dentro de la familia, sin embargo, el científico José Ramón Gómez logró demostrar que se trataba de una patología infectocontagiosa.
Esta condición médica tiene efecto sobre la piel, la mucosa de las vías respiratorias altas, en los ojos y en los nervios periféricos. Las personas con lepra tienen un aspecto diferente y decaído, tienden a ser marginados, por eso es bastante común referirse a un sujeto infectado como leproso, aún cuando suene un poco duro e hiriente.
Aunque muchos piensen que se trata de una condición incurable, en realidad si tiene cura, por ello es necesario hacer el diagnóstico cuanto antes para evitar discapacidades o que la lepra en la piel se vuelva muy agresiva.
El día mundial de la lepra es celebrado los últimos domingos del mes de enero para conmemorar a los caídos y sobrevivientes de esa enfermedad.
Historia de la lepra
A través de los años, esta enfermedad ha sido un estigma para aquellos que la han padecido, en la antigüedad, los leprosos eran excluidos por el resto de las personas, ellos eran encerrados en leprosarios; independientemente de las cuestiones morales que implica tal apresamiento, sin embargo, ya en la actualidad se sabe que se trataba de una medida extrema e innecesaria a pesar del hecho de que esta es una enfermedad de muy baja transmisibilidad, especialmente si es tratada correctamente.
Anteriormente, el paciente con esta enfermedad era catalogado como leproso y según algunas religiones, era una señal de haber sido tocado por el diablo. La mención de la lepra en la biblia era bastante explícita y todo aquel que tuviera la enfermedad era llamado impuro, así mismo tenían que cambiar su estilo de vida y vestimenta y hacer que todos supieran que portaba la enfermedad, incluso se tenían que confinar solos en sus casas sin obtener ningún tipo de ayuda. Para los creyentes, la gente con lepra habían sido víctimas de una maldición y si no se limpiaban, se mantendrían impuros por siempre.
Características de la lepra
Esta enfermedad cuenta con una serie de características como los síntomas, tipos y su forma de contagio, mismas que serán explicadas a continuación.
Síntomas de lepra
Uno de los primeros síntomas que aparecen en las personas con lepra, son las lesiones cutáneas, es decir, lepra en la piel, dejando visibles diversas manchas en tonalidades bastante claras y con bordes definidos, de hecho en esas zonas no existe sensibilidad y tampoco hay sudoración.
Aunque la lesión cutánea es uno de los síntomas, no es necesario que aparezca solo en la piel, también puede aparecer otros síntomas lejos de los nódulos o las filtraciones que hacen que la piel se vea espesa, un ejemplo de esto son las alteraciones sensibles por los daños neurológicos, lo cual tiende a ocurrir en un paciente avanzado de lepra.
En estas alteraciones, el paciente tiene un engrosamiento y afectación de los nervios de las manos, cara y pies, de hecho, el nervio dañado por la micobacteria, bien sea el nervio de la mano, del rostro o de los pies, hace que el paciente tenga incapacidad para sentir dolor, calor, frío e incluso sentir el tacto de otra persona. Cuando se está frente a una lepra avanzada, es posible que se presenten alteraciones móviles y una parálisis corporal completa, así como una mala regeneración de los huesos y una mala circulación de los miembros inferiores y superiores.
Tipos de lepra
Existen dos tipos de esta enfermedad, la primera es la lepromatosa y la segunda es la tuberculoide.
Lepra lepromatosa
Esta es una forma de la enfermedad bastante grave y avanzada, pues el sistema inmune no puede luchar en contra de la bacteria, haciendo que esta se multiplique y disemine por todo el organismo del paciente, logrando afectar, al hígado, la piel, los ojos, bazo, nervios y nariz.
Esta forma de la enfermedad es caracterizada por dejar visibles inflamaciones en los nervios, sangrado y congestión nasal y lesiones cutáneas múltiples. Los pacientes en esta fase son muy difíciles de curar, pero si el diagnóstico se hace a tiempo, se evita llegar a este extremo.
Lepra tuberculoide
:
Esta es la forma benigna de la enfermedad, sin embargo, tiende a dañar los nervios del cuerpo y, en caso mayores, evidenciar parálisis en el paciente. En este caso, el sistema inmune del paciente sí puede luchar en contra de la enfermedad, pero lo hace de forma lenta y anárquica. Cuando se esta en esta fase, aparecen entre cuatro y cinco manchas cutáneas, no hay demasiado grado de contagio y puede curarse de forma sencilla.
Forma de contagio
Esta enfermedad puede contagiarse a través del contacto físico directo y prolongado con heridas, secreciones nasales o respiratorias, esto entre los primeros tres y cinco años de la enfermedad.
Puede producirse entre un paciente que no tiene la capacidad de contagiar y un sujeto que sea susceptible de contraer no sólo esa, sino otras enfermedades.
De acuerdo a diversos estudios, el 80% de la población mundial cuenta con defensas en contra de la enfermedad, de hecho, no todos los pacientes con la enfermedad pueden contagiar.
Tratamiento y pronóstico de la lepra
Aunque se trata de una enfermedad que ha estado presente en el mundo desde tiempos antiguos, el tratamiento no fue accesible sino hasta el año 1941, cuando los científicos de los EE.UU descubrieron que el tratamiento podía administrarse por vías intravenosa con el medicamento glucosulfona, es decir, promin.
Luego, en 1943, se logró desarrollar otro medicamento, es decir, la dapsona, la cual podía administrarse de forma oral. Luego en el año 1981, la Organización Mundial de la Salud dio el consejo de usar un régimen de tres medicamentos aptos para combatir la enfermedad, estos eran la dapsona, rifampicina y la clofazimina, es decir, seguir un tratamiento multimedicamentoso.
Si la enfermedad no es tratada, el paciente puede perder el sentido de la vista, el tacto, temperatura y dolor, así como deformidades en el cuerpo. El pronóstico de contagio es de 1 persona por cada 1000 habitantes y el pronóstico de mejoría es de 1 a 12 meses por paciente.
Imágenes de lepra
En esta vertiente se pueden evidenciar fotos de lepra, lepra en México y múltiples imágenes relacionadas con la enfermedad.
