Qué es la letra E
La letra E es el quinto grafema del abecedario castellano, su representación gráfica en minúscula es “e» y para mayúscula es E. Este grafema es la segunda vocal del alfabeto latino. La E es de género femenino: en plural tiene dos estilos, una es ees y otra es. El grafema E se encuentra dentro del género de las vocales fuertes y reproduce el sonido de una vocal anterior media.
Este grafema es una vocal que siempre se encuentra antes y después de una consonante ( ejemplos con nombres de animales con la letra E: elefante, perro, escarabajo ), o en medio de ellas ( alfabeto, materia). Además la E puede unirse a otra vocal, es a lo que se denomina diptongo (miedo, mareado, suelo).
En matemáticas, la constante «e» es uno de los dígitos irracionales más significativos. Equivale aproximadamente a 2.71838 y se refleja en distintas ramas de las matemáticas, al ser el fundamento de los logaritmos naturales y formar parte de las ecuaciones del valor compuesto y otros problemas diversos.
Origen de la letra E
El origen de la letra E proviene en un principio como un signo pictográfico para trazar un hombre con brazos abiertos, como se representa en la escritura jeroglífica egipcia y en el grafismo semítico antiguo, utilizado aproximadamente en los años 1500 aC en la península del Sinaí. El símbolo representaba “regocijo” o “alegría» para los egipcios.
En los años 1000 aC, en byblos y en otros centros cananeos y fenicios, el símbolo tomó un estilo recto, el cual se convirtió en la fuente de todas formas posteriores.
La E se relaciona con el alfabeto romano, pero al mismo tiempo también procede de la épsilon griega , según de allí es de donde proviene la letra E.
En el origen de la letra E semítica posiblemente simbolizó en un comienzo una figura o una oración humana denominada hillul (festejar), puesto que seguramente se encontraban basados en un jeroglífico egipcio parecido, que se pronunciaba y se manejaba de manera distinta.
Historia de la letra E
En la historia de la letra E se dice que ésta era trazada por los egipcios como una forma humana con los brazos abiertos hacia el cielo, venerando una deidad celestial.
Los fenicios graficaron esta representación al adoptarla a su abecedario con un trazo vertical dividida por tres líneas horizontales que señalaban a la izquierda.
Por otro lado, los griegos la acogieron dándole la forma con la que ha llegado al estilo latino como es la E mayúscula. La etimología letra E en minúscula se dio siglos después, como resultado de la rapidez y comodidad que tenía al escribirse.
Según la historia de la letra E, la misma era una confluencia copulativa del español en el siglo XIII, un tributo a la antigua confluencia latina ET, pero sin la t. Sin embargo, en el siglo XVIII, importaba tanto como la “y» en esta función.
Ya en la actualidad la E sustituye a la “y» como conjunción copulativa para eludir el hiato delante de la palabra que comienzan por “i», ejemplo Pedro e Ignacio, o que empiezan por hi, ejemplo padre e hijo.
Sin embargo, no la sustituye cuando la “y» está al comienzo de los símbolos de admiración o interrogación, ni cuando el siguiente vocablo comienza por “y» o por la sílaba “hie».
Numerosas “es» del español surgieron durante el extenso tránsito del latín al romance, bien sea para iniciar palabras, o para reemplazar otras letras o conjunto de ellas: la “i» latina de siccus o lingua se convierte en “e», transformando las palabras en seco y lengua, el diptongo ai se transforma en “e», y el ae de “caesar” se convierte en “César”.
En cambio, hay palabras españolas que perdieron la e latina con el pasar del tiempo, por ejemplo: césped (en latín caespes) pasó a ser cespede. También existen palabras con la letra E que han sido sustituidas por otra vocal, como en amatista (latín Amethystus): ametista-amatista.
La letra E posteriormente ha servido para ajustar al español numerosas palabras que provienen de lenguas extranjeras que comienzan por consonante. Algunos ejemplos: svelto-esvelto-esbelto, sbirro-esbirro, yspaghetti-espagueti, todas estas provenientes del italiano.
La letra E en los diferentes sistemas alfabéticos
La letra E en el alfabeto latino
La E es la quinta letra del alfabeto latino y español, además de ser su segunda vocal. Posee dos estilos para el plural los cuales son “es» o “ees», siendo la más recomendada la primera.
La letra E en el alfabeto oriental
En la mayoría de los países orientales la e representa a una vocal. En Armenia oriental, por ejemplo, esta se escribe “եչ” su pronunciación es jef, y su valor numérico es el 5.
La letra E en el alfabeto árabe
El alfabeto árabe está conformado por 25 consonantes y vocales, pero en el no se incluye la letra e, ya que en este alfabeto no se utiliza dicha letra.
La letra E en el alfabeto cirílico (alfabeto ruso)
En el alfabeto cirílico la E es idéntica a la “e» del alfabeto latino. Proviene de la épsilon “E, ε” griega.
En el alfabeto ruso y en el bielorruso, se aprecia como “ye» y representa la vocal iotizada “jef». Está se pronuncia como una “e” palatizada y larga luego de una consonante o una И o una Ы.
La letra E en el alfabeto devanagari (alfabeto de la India)
En el alfabeto devanagari existen tres tipo de “es» las cuales son representadas en símbolos y dependiendo de su sonido: ऍ e chandra , ऎ e corta, ए e normal.
Usos destacados de la letra E
- En el abecedario español, en la antigüedad habían distintos usos de la letra E como conjunción copulativa, surgidas del latín.
- La E es utilizada antes de ciertas palabras que comienzan por “i» o “hi» para evitar el mismo sentido, sustituyendo de esta manera a la y, por ejemplo: José e Iván, agua e hielo.
- Se escribe con E al comienzo de una palabra, ejemplo: enano, engañar, escribir.
- Se coloca «e» en medio de dos consonantes , ejemplo: césped, memoria, acero.
- También se coloca e al final de una palabra, ejemplo: tiene, mente, aire.
- Se utiliza la e para formar palabras con los diptongos ae,ea, eu, ie, entre otros. Ejemplos: hiena, hiedra, neurosis, aerosol, peatones.
- Otro de los usos de la letra E se le da en matemáticas como un símbolo número de Euler (e,).