La ley de Charles, por su parte, afirma que el volumen y la temperatura serán proporcionales entre sí, siempre que la presión se conserve constante. Y por último, la ley de Gay-Lussac enuncia que puede existir una directa proporcionalidad entre la presión y la temperatura, siempre que el volumen se conserve constante.
Lo anterior demuestra que tanto la ley de Boyle, como la de Charles pueden mezclarse en un postulado que indique a su vez, la dependencia existente entre el volumen de una masa específica de gas, con relación a la temperatura y la presión.
La ley general de gases ideales se encuentra formulada de la siguiente manera: PV/T= K. en este caso P representa la presión, V es el volumen, y T es la temperatura, la cual viene expresada en Kelvin.
Es importante mencionar que fue el propio Gay-Lussac quien agrupó estas tres leyes y terminó por formular la ecuación general de los gases, la cual evidencia el nexo que existe entre la presión, el volumen y la temperatura de una masa de gas específica. Dicha ecuación es la siguiente: P*V/T = K
En cuanto a su aplicación, la ley general de gases ideales se emplea constantemente, en la mecánica que resulta afectada por temperatura, presión y volumen, como es el caso de los refrigeradores, los aires acondicionados, entre otros.