El concepto de liberalismo se encuentra asociado a dos elementos, uno es el económico y el otro es el social. El primero por su parte se utiliza en los principios liberales de aspectos materiales de las personas, tales como la no intervención de un gobierno en los asuntos económicos de la población, para lo que se suelen realizar propuestas como la disminución de aranceles lo más bajo posible así como la erradicación de mecanismo reguladores en el sector comercial, industrial y productivo, todo esto se ve sustentado por los argumentos que defienden la igualdad de condiciones para todas las personas lo que a su vez se ve reflejado en una competencia justa.
Por otro lado en el aspecto social, el liberalismo se utiliza principalmente en los principios de libertad política de cada persona, para lo cual se encarga de aborrecer la intrusión por parte de entes gubernamentales en asuntos referentes a procedimientos de índole privado de cada persona y en sus relaciones interpersonales. Es por ello que el liberalismo social se encarga de promover la libre escogencia de religión así como también el derecho a expresarse libremente sin temor a represalias, además de defender de manera ferviente los diferentes tipos de relaciones.
En lo político el liberalismo se caracteriza porque el poder recae sobre los ciudadanos, es decir que el pueblo es el responsable de escoger a quienes lo representaran de manera libre, esto quiere decir que la democracia es el sistema que domina en el liberalismo.