En el continente europeo el linaje era visto como algo importante, ya que de él dependía la herencia de los títulos, derechos, propiedades, entre otros beneficios, en especial en aquellas regiones en donde el primogénito de la familia era quien heredaba los bienes y demás derechos. Etimológicamente hablando el término deriva de la palabra originaria del dialecto provenzal “linhatge”.
A medida que pasa el tiempo a través de la historia, el ser humano se ha encargado de crear una serie de escalafones y diferencias entre las personas, los cuales se encargaban de establecer una especie de jerarquía y derechos, basándose en los parentescos del linaje. Aunque como es lógico, cada persona posee una línea paterno-filial, en la antigüedad solo se les brindaba importancia a aquellos individuos con una ascendencia noble, es decir a quienes pertenecían a una rama familiar poderosa y adinerada, además de ello, eran estas personas que comúnmente optaban por los cargos políticos de gran relevancia. Es por ello que el linaje de cada persona, en especial aquellos que tenían ansias de poder, cobraba una especial importancia, ya que eso les aseguraba un puesto importante dentro del ámbito político, además de que aseguraba su cargo por largo tiempo y también a sus herederos.
Un término que se encuentra relacionado con el linaje es la genealogía y los cuales pueden tender a confundirse, por tal razón es necesario que se establezcan las diferencias entre una y otra, la genealogía es una ciencia que se dedica a estudiar la descendencia, ascendencia, entre otros aspectos sociales, sin embargo el linaje se aplica a los estudios relacionados únicamente a la línea paterno filial de una persona.