Método Anticonceptivo

Qué es método anticonceptivo

Un método anticonceptivo representa los mecanismos utilizados para evitar la reproducción o un embarazo como consecuencia de las relaciones sexuales. De igual forma, y dependiendo del tipo de método, pueden evitar transmitir enfermedades, aunque no todos los métodos anticonceptivos están diseñados con este propósito. El método ideal podría ser aquel que reuniese la eficacia absoluta (ningún fallo), de fácil uso, no interfiera en la espontaneidad y calidad de las relaciones sexuales, y proteja frente a las infecciones de contagio sexual. La mayor parte de los métodos son reversibles (cuando se suspenden, vuelven a ser fértiles); caso contrario con los métodos quirúrgicos, que son irreversibles.

De la etimología de “anticonceptivo” se conoce que está formada por el prefijo griego anti (“lo inverso”); el prefijo latín con (“combinación”); cep, que proviene del verbo latín capere (“capturar”, “detener”); y del sufijo latín tivus, que se refiere a actividad o pasividad.

Historia de los métodos anticonceptivos

Los métodos para la anticoncepción provienen de tiempos antiguos, cuando el hombre descubrió que existía conexión entre el acto sexual con la reproducción de la especie. Esto permitió la búsqueda de métodos que evitaran la concepción.

El origen de algunas de ellas data de unos dos mil años a.C. Una de las más antiguas es el coitus interruptus, incluso mencionado en la Biblia, en Génesis. Otros métodos peligrosos eran aplicados en China, cuando las mujeres ingerían plomo y mercurio, ocasionando muchas veces la muerte.

Otros métodos anticonceptivos químicos como espermicidas fueron utilizados hace dos milenios: se introducía en el conducto uterino sustancias como vinagre, excremento de cocodrilo, miel. Se conocieron textos antiguos que reseñaban y mostraban imágenes de métodos anticonceptivos, como el uso de tampones vaginales; eran de algodón empapados con miel o raíces de acacia. En el antiguo Egipto, se usaban cremas a base de plantas y animales.

Los preservativos fueron utilizados para la anticoncepción desde hace siglos. Se empleaban tejidos de animales en el pene durante el coito para retener el esperma. Con el paso de los siglos, evolucionaron en el material utilizado.

Entre otros más modernos, se encuentran los dispositivos intrauterinos, aunque cuyo origen data del siglo IV a.C., no fue sino hasta el siglo XX cuando se crean los primeros modelos recientes. En el siglo XX se crea el primer anticonceptivo oral de mano del mexicano Luis Ernesto Miramontes.

Tipos de métodos anticonceptivos

La clasificación de los métodos anticonceptivos de acuerdo a su naturaleza son los siguientes.

Métodos anticonceptivos naturales

• Abstinencia: este es el más radical de todos los métodos anticonceptivos, ya que la abstinencia es la privación de las relaciones carnales. Pero este puede ser total (ausencia de íntimidad por coito y otras actividades sexuales) o parcial (prácticas sexuales sin coito). En esta práctica, los espermatozoides no pueden introducirse en el conducto uterino y llegar hasta un óvulo. No protege de las enfermedades de transmisión sexual (ETS), a menos que la abstinencia sea absoluta.


• Método del ritmo: el método del ritmo consiste en no tener relaciones sexuales en los días fértiles, con el propósito de evitar el riesgo de quedar encinta. Por sí solo, no previene las ETS. La ovulación se da entre 12 y 15 días antes de la menstruación, estimando que los días con mayor fertilidad de mujeres con ciclos regulares de 28 días son aquellos englobados entre el día 9 y el día 18, contados a partir del inicio del periodo menstrual. Por otra parte, cuando el ciclo menstrual de las mujeres dura entre 25 y 35 días, aquellos días fértiles son entre el día 7 y el día 21, partiendo del primer día del ciclo.


• Coitus interruptus: el coitus interruptus consiste en interrumpir las relaciones sexuales justo antes de la eyaculación masculina para evitar que el esperma se introduzca en el conducto uterino. Esta técnica requiere mucha concentración, autocontrol y precisión, pues, si no se realiza a tiempo, puede traer consecuencias, como lo es un embarazo no deseado.


• Lactancia: este método infiere que durante el periodo de lactancia la mujer no puede embarazarse. Consiste en alimentar al bebé exclusivamente con leche materna cada cuatro horas durante el día y cada seis horas durante la noche. Esto paraliza la producción de óvulos, por lo tanto, no puede existir un embarazo. También impide el sangramiento por menstruación (amenorrea por lactancia). Este tendrá efectividad únicamente en los siguientes seis meses desde el nacimiento del bebé, cuya alimentación debe ser exclusiva por lactancia. La leche no debe extraerse con un extractor.


• Método de la temperatura: el método de la temperatura consiste en el registro de los cambios de temperatura corporal en el ciclo de la menstruación, y debe ser realizado con un termómetro basal. Previo a la ovulación, la temperatura corporal disminuye (en un rango comprendido entre los 35.5 y 36.6ºC), pero posterior a la ovulación esta se incrementa (de unos 36.1 a 37.2ºC). Consiste en tomar la temperatura a diario al despertar antes de realizar cualquier actividad (incluso antes de hablar) y llevar un registro de los números en una tabla de observación de fertilidad. Sin embargo, los hábitos alimenticios, el estrés y vicios pueden alterar los números. Antes de utilizarla, primero debe registrarse la temperatura tres meses. Los días infértiles son aquellos cuando la temperatura se mantiene elevada.


• Método del moco cervical: también conocido como método Billings, el método del moco cervical consiste en observar el moco cervical, el cual, según su estado, se puede conocer si se está ovulando para suspender las relaciones sexuales durante el periodo fértil. Esta mucosidad varía de acuerdo a cada etapa del ciclo en su densidad. Este indica que desde el cuarto y quinto día del inicio del ciclo, habrán unos cinco días seguros (secos); a partir del noveno día, comienza la producción de moco cervical, que hará más fácil el descenso de los óvulos y prolongan la vida de los espermatozoides y este periodo de mayor fertilidad concluye hacia el día dieciséis; y finalmente se cierra el ciclo con unos catorce días secos en los que es seguro tener relaciones sexuales con menor riesgo de embarazo.

Métodos anticonceptivos de barrera

• Condones masculinos y femeninos: son unos forros cuya función es evitar que el esperma entre en el conducto uterino, produciendo la fecundación. Existen condones masculinos y femeninos. Entre los métodos anticonceptivos para hombres, el condón es el más conocido y este puede estar fabricado de varios tipos de plástico, látex o piel de cordero, que recubrirán el miembro masculino, reteniendo allí el esperma hasta que finalice el coito. Este método es recomendable para evitar las enfermedades de transmisión sexual (a excepción de los de piel de cordero; y podrán contagiarse si existe contacto piel con piel). Por otro lado, el condón interno o femenino proporciona prácticamente el mismo nivel de protección, con la diferencia que estos se deben introducir en el canal uterino. Al igual que los masculinos, estos disminuyen el riesgo de contagio de las ETS y que los espermatozoides lleguen al óvulo.


• Capuchones cervicales: los capuchones cervicales son una copa hecha de silicona que debe colocarse muy adentro del conducto uterino, de tal manera que pueda recubrir el cuello uterino. Esto impedirá el paso del esperma, y se utiliza con espermicida untado en el mismo para una mayor efectividad. Este no debe permanecer dentro de la mujer por un periodo mayor a dos días. Su uso no previene las enfermedades de transmisión sexual.


• Diafragmas: es similar al capuchón cervical, con la diferencia que el diafragma es un poco más grande y tiene forma de plato. Debe doblarse e introducirse en el conducto fibromuscular hasta cubrir el cuello uterino. Otra similitud con el capuchón cervical es que los diafragmas deben acompañarse por métodos anticonceptivos químicos, como espermicidas para incrementar su efectividad. Su uso no ayuda a prevenir las ETS. Es importante acotar que luego a las relaciones sexuales, debe dejarse introducido por unas seis horas y ser retirado antes de las veinticuatro horas.


• Esponjas anticonceptivas: estas son esponjas blandas de espuma de poliuretano que contienen espermicidas y cubren el cuello uterino. Aunque para su uso no se requiere de prescripción médica, las esponjas anticonceptivas pueden ocasionar alergia en algunas mujeres. Para su utilización, primero debe humedecerse y apretarse para activar el espermicida. Luego del coito, esta debe permanecer al menos unas seis horas en su lugar y debe ser retirada en un periodo no mayor a treinta horas. No ofrece protección en contra de las ETS.

Métodos anticonceptivos hormonales

• Píldoras anticonceptivas: se trata de unas pastillas con hormonas que impiden la ovulación. La mujer debe ingerir una diariamente y representan una opción efectiva para evitar los embarazos no deseados. Algunas píldoras anticonceptivas pueden ocasionar dolores de cabeza, cambios en el apetito, incremento de peso, cambios en el ciclo menstrual, cambios de humor, náuseas, entre otros; por lo que es importante que un ginecólogo prescriba las más adecuadas para cada mujer. Las hormonas presentes en las píldoras anticonceptivas impiden la ovulación, por lo que no puede gestarse un embarazo. Para evitar ETS, debe combinarse con un condón.


• Implantes subdémicos: los implantes subdérmicos son unas pequeñas barritas flexibles que miden aproximadamente unos 4 centímetros y se introducen vía subcutánea en el brazo. Esta debe ser insertada por un médico o enfermera y funciona prácticamente de inmediato. Su duración es de unos cinco años aproximadamente desde el momento que es colocado y liberan progestina, que es una hormona que evita la ovulación y al mismo tiempo espesa el moco cervical. Dependiendo del organismo, pueden producir efectos secundarios, tales como dolor de cabeza, quistes en los ovarios, incremento de peso, dolor en los senos y náuseas. No previene de ETS. Cabe destacar que una vez es retirado, la mujer puede salir embarazada.


• Inyecciones: las inyecciones como técnica para evitar un embarazo son aquellas que se deben colocar una vez cada 3 meses y son colocadas por un doctor o enfermera. Al igual que el método anticonceptivo implante, estas contienen la hormona progestina, encargada de evitar la ovulación y espesa el moco cervical, lo cual entorpece el paso de los espermatozoides. Los posibles efectos secundarios de los métodos anticonceptivos inyectables son dolor de cabeza, náusea, caída del cabello, náuseas, aumento de peso, depresión, entre otros.


• Parches hormonales: son parches transdérmicos que, puestos en alguna parte específica del cuerpo, liberan a través de la piel hormonas que previenen los embarazos. Estas hormonas son la anteriormente mencionada progestina y estrógeno. Estos parches hormonales pueden ser colocados en el vientre, la espalda, los antebrazos o los glúteos. La duración de cada parche es de unos 7 días, por lo que debe ser reemplazado por uno nuevo. Durante la semana de menstruación debe suspenderse su uso. Sus posibles efectos secundarios incluyen reacciones alérgicas en el sitio donde son puestos, mareos, migrañas, náuseas, vómitos, dolor en los senos, entre otros. No protege de enfermedades de transmisión sexual.


• Dispositivos intrauterinos: los dispositivos intrauterinos (método anticonceptivo DIU) representan un método que consiste en la inserción de un pequeño dispositivo flexible en forma de T que se introduce en el útero para evitar que los espermatozoides lleguen al óvulo. Existen los que tienen enrollado un delgado cable de cobre, material que repele los espermatozoides, duran hasta doce años y no contienen hormonas; y los hormonales que, dependiendo de su marca, pueden durar entre 3 y 7 años. Estos deben ser colocados por un ginecólogo y pueden funcionar como métodos anticonceptivos de emergencia dentro de los primeros cinco días de la última relación sexual (solamente los de cobre), y posteriormente a ello, continuar su uso como método. No protege de ETS.


• Anillo vaginal: el anillo vaginal es un anticonceptivo con un 99% de efectividad, un método hormonal de larga duración, el cual consiste en un aro de plástico muy flexible de 5 centímetros de diámetro que se coloca en la conducto uterino y libera hormonas femeninas, tal y como si fuese píldora anticonceptiva, pero mucho más cómodo y eficaz. Este cubre el útero y mientras esté allí libera hormonas que inhiben la ovulación. Debe cambiarse mensualmente. Este anillo vaginal no se nota, ya que va en la parte superior del conducto uterino, por lo que durante las relaciones sexuales es poco probable que la pareja lo note. Cabe recalcar que el anillo no protege de ETS.

Métodos anticonceptivos quirúrgicos

• Ligaduras de trompas: las ligaduras de trompas, también conocidas como esterilización, son un procedimiento quirúrgico al que es sometida la mujer y consiste en el cierre irreversible de las trompas de Falopio, conducto por el cual los óvulos descienden de los ovarios a la matriz. Es uno de los métodos anticonceptivos permanentes. Luego de la tubectomía, como también es denominado este procedimiento, la mujer no ovulará, por lo que ya no podrá quedar embarazada. Los posibles efectos secundarios de este procedimiento es la reacción a los medicamentos propios de la intervención; que la ligadura no sea efectiva y pueda volver a salir embarazada; riesgo de posibles embarazos ectópicos (fuera de la matriz); entre otros. Este procedimiento es irreversible y no protege de ETS.


• Vasectomía: la vasectomía es uno de los métodos anticonceptivos para hombres que consiste en un procedimiento quirúrgico al que es sometido en el que los conductos que se encuentran en el escroto son bloqueados, de tal forma que el esperma no pueda salir, ya que a través de ellos este es transportado y expulsado fuera. Es un procedimiento ambulatorio, ya que el hombre que es sometido al procedimiento es dado de alta el mismo día. Es uno de los métodos anticonceptivos permanentes. Hay dos tipos de vasectomía, que son el que incluye la incisión y el que no se realiza un corte, siendo este último menos riesgoso. No protege de las ETS.

Métodos anticonceptivos de emergencia

Los métodos anticonceptivos de emergencia son píldoras a las que se recurre cuando ha existido un encuentro sexual sin protección y hay riesgo de embarazo. También se recurre a ellos cuando ha habido violencia íntima, cuando el preservativo se ha roto o las píldoras anticonceptivas no se han tomado correctamente.

Estas pueden ser tomadas en un periodo no superior de 72 horas posteriores al encuentro carnal. Los posibles efectos secundarios son náuseas, mareos, dolor de cabeza, incremento en el sangrado menstrual, entre otros, pero duran pocos días.

Efectividad de los métodos anticonceptivos

La efectividad de estos está determinada por: su correcto uso; la elección adecuada de acuerdo a la edad y la pareja; lo que se desee obtener de ellos (solamente prevenir un embarazo, protección frente a enfermedades de transmisión sexual, el tiempo que se desea tener dicha protección); la capacidad monetaria con la que cuenten para costear un método; entre otros.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, el porcentaje de eficacia de los métodos descritos anteriormente para la anticoncepción, son los siguientes:

• Abstinencia: la efectividad de este método es de un 100% siempre y cuando el esperma no entre en contacto con los genitales femeninos.


• Método del ritmo: se halla por debajo del 60%; y para usarse correctamente se necesita ser mayor de 19 años, y mantener anotada la duración de los últimos ciclos menstruales.


• Coitus interruptus: el porcentaje de efectividad de este método por sí solo se encuentra entre un 15 y un 28%, ya que si en el líquido pre seminal existen espermatozoides, estos podrán llegar al óvulo y fecundarlo.


• Lactancia: su efectividad es muy alta, de un 98%.


• Método de la temperatura: correctamente aplicada, su porcentaje de efectividad es de un 85 a un 97%.


• Método del moco cervical: su efectividad se encuentra entre un 75 a un 98,5%.


• Condones masculinos y femeninos: los primeros alcanzan un 98% de efectividad y los segundos un 95%.


• Capuchones cervicales: su efectividad se encuentra entre un 84 y 91% en mujeres que nunca han dado a luz y disminuye a un rango de entre 68 y un 74% para las que ya han tenido un hijo.


• Diafragmas: su efectividad se encuentra en un rango de 88 y 94%.


• Esponjas anticonceptivas: su porcentaje de efectividad es de un 91%.


• Píldoras anticonceptivas: su porcentaje de efectividad es de un 98% si son tomadas de forma adecuada.


• Implantes subdérmicos: su efectividad es de un 99%, siendo este uno de los métodos más efectivos para evitar la gestación.


• Inyecciones: su efectividad, al igual que el método anticonceptivo implante, es de un 99%.


• Parches hormonales: su porcentaje de efectividad alcanza un 91%.


• Dispositivos intrauterinos: su efectividad es del 98%.


• Anillo vaginal: su efectividad es de un 91%.


• Ligaduras de trompas: su efectividad es mayor a un 99%, ya que de cada doscientas mujeres, 1 puede quedar embarazada.


• Vasectomía: si bien es irreversible, tiene una efectividad de más del 99%, es decir, que tiene un mínimo margen de error.


• Métodos de emergencia: su efectividad es directamente proporcional a lo pronto que se tome luego del coito.