El ser vivo capaz de imitar o imitar las condiciones del lugar donde se encuentra, en su mayoría hace estos cambios de acuerdo con los seres de otras especies que lo rodean.
Según su función el mimetismo se indica como una imitación defensiva, aunque no una forma de ataque evita ser reconocido por esos organismos que son perjudiciales para su vida.
Dentro de la mímica hay algunas subdivisiones una de ellas es el aposematismo que es cuando un animal que es inofensivo adopta las características de otros que poseen más defensas, con esto evitan ser atacados. También el automimetismo es que es cuando un animal en su cuerpo adopta partes menos vulnerables de la misma cuando si son atacados por un depredador será mucho más fácil alejarse de éste.
También existe el mimetismo Batasiano que es cuando una especie inofensiva se asemeja a una más peligrosa para evitar cualquier ataque. El mimetismo mulleriano es cuando coinciden con el factor de otra especie que los hace repeler a los depredadores, en este caso puede ser el efecto de dar un mal sabor a su atacante.
Un sistema de seguridad que no lleva mimetismo en su base es el de animales venenosos o de mal gusto. Por lo general advierten a los depredadores con colores brillantes, por lo general la combinación de negro con otro color, al igual que la mariquita, el cabracho y pez pecho, entre otros.
Algunos peces han adoptado el color del medio ambiente en el que viven. Otros, sin embargo, se adaptan, en pocos minutos, al color del ambiente en el que se colocan. Este es el caso de la platija, capaz de poner su piel en plazas en blanco y negro si se coloca sobre un tablero de ajedrez.