El modelo de Thomson afirmaba que los electrones se encontraban distribuidos de una manera uniforme en la parte interna del átomo fijados en un cúmulo de carga positiva. El átomo se apreciaba como una esfera llena de carga positiva, con electrones dispersados como minúsculos gránulos.
La teoría de Thomson determinó:
- El átomo se encuentra integrado por electrones negativos, introducidos en un globo de carga positiva, tal cual como un pudin de pasas.
- Los electrones, se encuentran distribuidos uniformemente dentro del átomo.
- El átomo es neutro, por lo tanto, las cargas negativas del mismo, se compensan con las cargas positivas.
La teoría planteada por Thomson, aunque mostraba favorablemente varios de los eventos observados referentes a la química y los rayos catódicos, hacia pronósticos errados, acerca de la repartición de la carga positiva dentro de los átomos. Estas predicciones no eran compatibles con los resultados arrojados por el modelo de Rutherford, el cual proponía que la carga positiva se encontraba condensada en una pequeña zona en el centro del átomo, que sería lo que posteriormente se llamó núcleo atómico.
El modelo de Thomson fue reemplazado por el de Rutherford, al demostrarse que éste no es compacto, sino que se encuentra totalmente vacío, agrupándose la carga positiva en un reducido núcleo, rodeado por electrones.