Dentro de la mecánica clásica, el momento angular de una molécula o masa puntual con relación a punto o del espacio, representa el momento lineal p con respecto a su punto. Por lo general viene representado por el símbolo L, en donde r es la línea que une el punto o con la ubicación de la masa puntual. Para determinar el momento angular en la mecánica clásica se aplica la siguiente fórmula: L = r X p = r X mv.
Como se puede observar, el momento angular de una masa puntual, no es una medida propia del cuerpo, sino que se encuentra sujeta al punto de referencia que se escoja. Su concepto físico se encuentra vinculado con la rotación, ya que el momento angular representa el estado de rotación de un punto material, de la misma manera que el momento lineal representa el estado de traslación lineal, pero para poder comprender un poco más este concepto, es necesario conocer una nueva medida: el momento de inercia.
El momento de inercia de una masa puntual se define como el producto de la masa del propio cuerpo por su distancia al eje de giro. Esta medida viene expresada de la siguiente manera: I = m X r2. Por ejemplo, está el caso de la Tierra la cual rota sobre su eje imaginario, aquí el momento angular total es la sumatoria del momento angular de ella misma, sobre su propio eje y en torno a un eje imaginario del centro de masas del sistema Tierra-Sol.
El momento angular es una medida que se mantiene, es decir, la suma del momento angular trasladado de un cuerpo a otro en un medio cerrado, dará siempre cero. Esto se puede constatar en la rotación del cuerpo en torno a su centro de masa. Rotando el cuerpo y con los brazos abiertos, se puede observar que la velocidad es persistente, pero, si se cierran los brazos se originará un incremento en la velocidad. Es por esta razón que el momento de inercia es superior, cuando se tienen los brazos abiertos, puesto que la distribución de la masa corporal se encuentra alejada del eje de rotación.