Gramaticalmente hablando, se puede resaltar el hecho de que el escritor suele utilizar la tercera persona del singular o la tercera persona del plural para de esa manera dar voz a al narrador omnisciente. Este se caracteriza por ser una voz del relato que adquiere una gran credibilidad ante el lector, ya que este explica lo que ha sucedido utilizando para ello, datos objetivos.
Como se mencionó anteriormente el narrador conocerá todos los detalles de la historia ya sea en pasado, como de presente e incluso, puede intuir lo que puede ocurrir en el futuro de los personajes y la historia en cuestión.
Algunas de las características principales con las que cuenta el narrador omnisciente son las siguientes:
- Sabe todo: tiene conocimiento de todos los datos de la historia, por lo tanto tiene el poder de contar cómo se sienten los personajes, para que así el lector tenga una mayor información respecto a la escena que los actores protagonizan.
- No hace sugerencias, explica: suele dar una explicación de lo que ocurre, también juzga y desmenuza las causas y comportamientos que tienen los personajes dentro de la trama.
- Tiene la capacidad de identificarse con el escritor: como consecuencia de que no forma parte directa de la historia y mantenerse fuera de ella, tiene la posibilidad de interpretarse a veces como la voz del escritor, sobre todo si el narrador posee algún juicio de importancia.