Tradicionalmente, se considera que los aborígenes son comunidades que no se amoldan a la estructura social dominante en la actualidad, pero contra toda creencia, se ha demostrado que ellos son capaces de integrarse al entorno, incursionando en actividades laborales y recreativas. Aun así, hay algunas culturas que se rehúsan a la modernización, por lo que son objeto de investigaciones, enfocándose en su cultura, costumbres, cotidianidad, organización política y la vida familiar, además de las religiones que profesan; los motivos por los cuales se niegan a mezclarse entre los individuos corrientes varía, pero una de las más comunes es el miedo al simple hecho de que su cultura y rastro sea olvidado y se pierda.
En algunos países, por ejemplo, a algunos docentes que enseñan su lengua materna, son llamados profesores nativos, porque proceden del lugar en donde el idioma que enseña es el oficialmente usado. Igualmente, el término es utilizado para designar a un metal precioso que está en su estado más puro, como el caso del “oro nativo”, cuya anatomía no ha sido profanada por los procesos inventados por el hombre.