En el entorno odontológico se utiliza el término para hacer alusión, a lo que generalmente se le conoce como empastar, este es un proceso que consiste en asear y desinfectar la cavidad dental que posee una caries, para después rellenarla con algún tipo material, para así rehabilitar la anatomía dental para una buena función, masticación y oclusión de los dientes con sus contrarios, y para que también se obtenga un adecuado sellado que evite que vuelva a producirse otra caries.
La obturación es el resultado de colocar un elemento o material que es utilizado con el fin de restaurar, la forma de los dientes parcialmente estropeados ya sea por caries, traumatismos, problemas que afectan la estética dental, y malformaciones. Existen varios tipos de obturaciones o restauraciones, entre ellas, de resinas, que son las de igual color del diente y son usadas cuando se busca mantener un aspecto natural. De porcelana, también llamadas incrustaciones inlays u onlays, estas pueden simular el color del diete propio y resisten el manchado. De oro, que son bien recibidas por los tejidos gingivales y tienen una duración alrededor de los 20 años y muchos de los expertos en odontología consideran que este material es el mejor para dicho proceso, pero es muy costoso. Y finalmente de amalgamas que son económicas y resistentes, pero por su color son más notorias que las anteriores y poco estéticas.